La apatía de la rutina y
el desarrollo lineal de los acontecimientos puede llegar a
convertirse en la más temible de las pesadillas.
La pereza y la cotidianidad
se asientan como hábitos y la vida se convierte en la lenta desidia del dejarse
llevar
. El trabajo se traduce en monotonía y las relaciones personales llegan a
transformarse en listas de tareas que cortan las ganas de volar.


‘Bird People’ se exhibe como un retrato del París actual en el que un hotel
de aeropuerto se conjuga como la colisión de los opuestos. La estabilidad de
una joven estudiante explotada choca con el vaivén viajero de un
adinerado empresario estadounidense.
El emplazamiento se configura como el
inestable punto común en el que los protagonistas confluyen, revelando que sus
inquietudes y decepciones pueden ser casi idénticas pese a su diferente
condición social.

La cineasta parisina Pascale Ferran dirige su
tercer largometraje plasmando con exquisita quietud la opresión en la que los
protagonistas se encuentran sumidos. Con planos largos y lentos, en ocasiones
cercanos al tedio, el film retrata al milímetro la sensación de inercia que
rige las vidas de  Gary y Audrey.
Los
caracteres cobran carácter y fuerza gracias a las interpretaciones de un
impertérrito Josh Charles (‘The good wife’) y una ingenua pero impecable Anaïs Demoustier.

La linealidad de la
película se suple con la frescura y la
cercanía de quien observa su día a día desde un punto de vista diferente. El
espectador se convierte en un intruso de automatismos ajenos que termina
identificando las conductas de los personajes como propias, añadiendo el
toque de lirismo que saben transmitir las buenas historias.



El guión construye una
fábula acerca de las oportunidades y la necesidad de dejar atrás el pasado.
Delimitando una historia plana y sin aparente profundidad en la parte de Gary y sorprendiendo con la transformación en pájaro de Audrey, Ferran narra en el largometraje una sucesión de infortunios y casualidades. El uso de ‘Space Oddity’ de David Bowie transforma
el vuelo del gorrión en una de las metáforas cinematográficas más bellas
sobre la libertad.

Haciendo acopio de la
sensibilidad propia del cine social y rescatando el cuento clásico de Cenicienta, ‘Bird People’ se consagra como un cuento moderno que reflexiona sobre
la tiranía de las ataduras y el miedo a la soledad.
El carácter contemplativo y
minucioso del film recorre la capital francesa mostrando la cantidad de matices
que conforman los deseos y miedos humanos.

Presentada en el Festival de Cine de Cannes y en el de
Sevilla, la película aterriza en el Atlántida Film Fest con ciertos aires
de desconsuelo que abren poco a poco un resquicio a la ilusión. En un mundo
en el que las dependencias son cada vez mayores y las máquinas parecen
absorber cualquier atisbo de emoción
, Gary y Audrey protagonizan una
producción de sentimientos encontrados que terminan dejando hueco a la
esperanza.
 
6/10.