EXTRA!

Entre
los muchos objetos que no te servirán en Dans Le Noir se encuentran unas gafas, un
reloj de pulsera y, aunque te sorprenda, una carta con el menú del
restaurante. 
En un mundo en el que las experiencias se
han convertido en un valor decisivo para apostar por los lugares en los que
invertimos nuestro tiempo y dinero, la propuesta de la que hoy os venimos a
hablar da en el clavo con un concepto diferencial que ha empujado a la mayoría
de sus comensales a hacer una visita a este local, situado en el número 5 de la
Plaza Biombo, a apenas 300 metros de la céntrica plaza de Ópera.

Cuando
hablamos de Dans Le Noir lo hacemos de un grupo europeo de
restaurantes, bares, tiendas y spas repartidos por todo el mundo que inauguró
su primer punto de encuentro en París, donde a menudo cuesta conseguir una
reserva. Con espacios similares en Londres, Barcelona, San Petersburgo y
Casablanca, el de Madrid abrió sus puertas en el verano del año 2017
con un objetivo claro: que las personas se pusieran en la piel de quienes
tienen discapacidad visual.

La
que se presenta como una experiencia humana, sensorial y social única viene
a ser una invitación a una comida o cena en la más absoluta oscuridad,
sin posibilidad de elegir los platos. Y aunque lo habitual en este tipo de
crónicas es que valoremos el menú y os lo mostremos con algunas fotografías,
esta vez sería imposible hacerlo así, porque ni siquiera nosotros pudimos ver
lo que degustamos hasta una vuelta a la realidad (a la que cuesta unos segundos
acostumbrarse) en la que se explica lo que hemos comido y bebido. Eso sí, no
queremos dejar de animaros a detener el tiempo en su terraza, donde podréis
seguir utilizando los cinco sentidos y desconectar del ruido de la ciudad en
pleno centro, con unos mojitos excelentes.

Dans
Le Noir
 es una opción recomendable para
sorprender a nuestros acompañantes, aunque sería pertinente avisar de su
peculiaridad para evitar posibles agobios, así como prescindir de ropa blanca
(o recién estrenada) por si no atinásemos bien con los cubiertos, aunque lo
normal aquí – aprovechando que nadie nos ve – es comer con las manos.
 No
te preocupes por tirarte la copa encima: al minuto empezarás a acostumbrarte a
prescindir de tus ojos y verás cómo tu atención y demás sentidos se magnifican
en la oscuridad.

La
experiencia comienza con una llegada en la que se explica cómo transcurrirá la
velada y se conoce al guía personal no vidente que, paradójicamente, se
transformará en los ojos de los comensales y te acompaña hasta tu mesa en un
comedor en el que no verás ni un resquicio de luz. Se pide que todo el
mundo deje sus pertenencias (entre las que se incluye el móvil) en las
taquillas de la planta inferior para potenciar la inmersión y evitar que algún
objeto rompa la magia.

Lo
cierto es que la comunicación con nuestros acompañantes se vuelve mucho
más intensa, auténtica y espontánea, 
aunque se insiste en que lo
recomendable es optar por sumarse a mesas compartidas con otros clientes que
tratan de adivinar, como tú, qué se llevan a la boca. La sensibilización, la
defensa de la diversidad y la integración son términos en los que se
apoya Dans Le Noir para defender un proyecto en el que la
mayoría de sus empleados tiene discapacidad visual total o parcial.

La
palabra que define la experiencia es diferente. Eso sí: la
propuesta (adaptable a diferentes tipos de dietas, si se avisa con antelación)
no despunta en la parte culinaria.
 Aunque
el local presume de haber colaborado con chefs como Manuel
Núñez y en las paredes del espacio se exponen los rostros de importantes
personalidades que han pasado por sus restaurantes, como el prestigioso
director de cine Tim Burton o la famosa cantante Katy Perry, no tuvimos la
sensación de que los 38 a 65 euros que se pagan, en función del tipo de menú
que se elija, estén justificados a nivel culinario.

Si
lo que se busca es una experiencia, un espacio original en el que hacer team building o una forma de sorprender
en una ocasión especial, esta es una gran opción.
 Si, en cambio, lo que quieres es disfrutar de
una carta acorde al precio que pagas, es posible que esperes más de lo que
obtengas. Teniendo esto en cuenta, apostar por un proyecto que en el año 2017
fue premiado como mejor experiencia culinaria en los British Restaurant
Awards
 es hacerlo por romper con la zona de confort, el hábito de que
el móvil se interponga a cada minuto en nuestras conversaciones y una forma
increíble de cambiar las reglas del juego y potenciar la atención en quienes
tenemos delante. ¡Aunque no los veas!