EXTRA!

Se suele decir que el poder corrompe al ser humano. ¿Es
capaz una persona de llegar a mancharse las manos de sangre con tal de
conseguir sus propósitos? 
Juan Cavestany adapta el clásico de William Shakespeare, ‘Macbeth’, a la actualidad. ‘Los Mácbez’, como pasan a llamarse en esta versión, dejan de lado Escocia para adentrarse en los montes gallegos.


Dirigida por Andrés Lima, esta adaptación trata de
hacer una revisión del ser humano con la mirada puesta en el
comportamiento de los gobernantes y en las triquiñuelas que son capaces de hacer con tal de conseguir sus
objetivos. El texto muestra cómo el
poder y la superstición siguen siendo los motores de la sociedad, dejando claro que la codicia, violencia y falta de escrúpulos son tan escocesas como gallegas y universales.

‘Los Mácbez’ son la pareja formada por Javier Gutiérrez y Carmen
Machi: él, un conseller de la Xunta de Galicia que, tentado
por las meigas y
aconsejado por su mujer, decide forzar los acontecimientos asesinando a su antecesor en el
cargo, su tío.
 Una vez
llevado a cabo el plan, la pareja es presa de sus miedos y comienza a
sufrir delirios y alucinaciones, sintiendo que sus manos permanecerán manchadas de sangre hasta el fin de los tiempos.

Este crimen será el primero de muchos,
ya que el matrimonio se quitará de encima a todo el que se interponga en su camino y
obstaculice su ascenso al poder.
A nivel textual, la versión es muy fiel al original. Galicia es la zona
elegida por Cavestany para contextualizar la historia al tratarse de una sociedad en
la que fe y superstición van de la mano y, a la vez, pueden ser hermanas
de la corrupción.

Xoxé Mácbez no pretende llegar a rey, sino a presidente de la Xunta; el Rey Duncan es el presidente Duarte, al que Mácbez desea arrebatar el puesto, mientras que los hijos de Duncan, en este caso, son mujeres; Banquo pasa
de ser un general del ejército a un conseller y las brujas del texto clásico se convierten en unas meigas lujuriosas, extravagantes y perversas que
predicen el futuro del próximo presidente. En definitiva, una pieza alejada del clásico en su forma pero que mantiene su
esencia al centrarse en la corrupción, la lucha insaciable por el poder y la ambición de sus
protagonistas.

El montaje cuenta con una puesta en escena
sorprendente y un elenco camaleónico que completan Chema Adeva, Jesús Barranco, Laura Galán, Rebeca Montero y Rulo Pardo. Carmen Machi,
espectacular, se mete en la piel de la maquiavélica
mujer que despierta la sed de sangre de su marido, al que sabe manipular a su antojo. Javier Gutiérrez
, por su parte, interpreta el papel de marido sumiso a las órdenes de su
malvada esposa.

Los actores se mueven
con soltura por un decorado frío que sólo cuenta con tres sillas pero que gracias a los efectos sonoros, el humo y el maravilloso trabajo de iluminación adopta atmósferas variadas y deja de ser tan
gélido como aparenta.
 
Una representación que,
en sus dos horas de duración, acoge 
diálogos surrealistas y escenas hilarantes que rozan el esperpento.


Si quieren ver esta revisión del clásico de Shakespeare y adentrarse de lleno en la corrupción y ambición política de dos despiadados asesinos que engañan con su apariencia, tienen hasta el 15 de junio para acercarse por el Teatro María Guerrero. Prepárense para adentrarse en las intrigas del poder.