EXTRA!

Dicen que la comedia es la tragedia que le sucede a otro, y algo de razón tienen cuando uno se enfrenta a obras como ‘El manual de la buena esposa’, dirigida por Quino Falero y protagonizada por Mariola Fuentes, Berta Ojea y Concha Delgado.
Dejar de reír ante las situaciones disparatadas que le van sucediendo a los personajes del espectáculo es complicado, aunque de lo que nos riamos sea de circunstancias que hace pocas décadas configuraban la triste realidad de muchas mujeres españolas. Nos reímos, no de ellas, sino de lo absurdo del adoctrinamiento que tuvo que vivir la mujer entre 1934 y 1977, cuando hablar de libertad y de igualdad tenía más de utopía que de posibilidad.
Dejar de reír ante las situaciones disparatadas que le van sucediendo a los personajes del espectáculo es complicado, aunque de lo que nos riamos sea de circunstancias que hace pocas décadas configuraban la triste realidad de muchas mujeres españolas. Nos reímos, no de ellas, sino de lo absurdo del adoctrinamiento que tuvo que vivir la mujer entre 1934 y 1977, cuando hablar de libertad y de igualdad tenía más de utopía que de posibilidad.
El pasado lunes 17 de marzo, las actrices y su director invitaron a los medios a un desayuno de prensa en la preciosa cafetería La Paca, donde anunciaron con orgullo su regreso a Madrid tras una exitosa estancia en la capital, un año de gira y más de 110.000 espectadores.


El Teatro Muñoz Seca, situado en la céntrica Plaza del Carmen, acoge esta comedia en la que se habla de las relaciones matrimoniales, la educación, el deporte, la invasión de las suecas, la religión, la censura, la radio, la sexualidad y hasta de coros y danzas. Humor sobre cuestiones serias que dramaturgos tan populares como Alfredo Sanzol y Miguel del Arco convierten en textos hilarantes con personajes femeninos muy diferentes que el público aplaude con vehemencia.
Teatralizar las vivencias que las mujeres españolas padecieron durante la dictadura de Franco es un trabajo de suma dificultad que, sin embargo, no se le resiste ni a las actrices ni al director. ‘Decidimos construir una comedia porque pensamos que el humor era una buena forma de cicatrizar una época terrible’, explica Quino Falero. En palabras de Mariola Fuentes, ‘los derechos y las libertades que hemos ganado las mujeres durante tantos años podemos perderlos de un plumazo. Más que un recuerdo, el espectáculo debe servir como una alerta’.
Un homenaje a todas aquellas que sufrieron un adoctrinamiento en un país que tiende a hacer poca memoria. El espectáculo puede verse, de miércoles a domingos, del 20 de marzo al 27 de abril. Para reflexionar y reír a partes iguales durante algo más de hora y media. E incluso después.
Un homenaje a todas aquellas que sufrieron un adoctrinamiento en un país que tiende a hacer poca memoria. El espectáculo puede verse, de miércoles a domingos, del 20 de marzo al 27 de abril. Para reflexionar y reír a partes iguales durante algo más de hora y media. E incluso después.
Texto de David Molina.