EXTRA!


El tenista Fernando Verdasco abría, el pasado viernes, la eliminatoria por la permanencia de España en el Grupo Mundial de la Copa Davis entre unas gradas de la Caja Mágica a medio llenar y sin demasiados ánimos.

El partido dio comienzo sin mucho interés y con un Verdasco al que le costó arrancar. ‘¡Espabila!’, le gritaban desde las gradas. Finalmente, el tenista se metió en el partido y a partir del segundo set todo fue rodado (3-6, 6-4, 6-4 y 6-2). Cumplió y anotó el primer punto para España, frente a Dogolpolov.

Rafa Nadal entró en pista y el estadio, medio vacío, se llenó de ilusión por ver al número uno del equipo español. El mallorquín no solamente ganó, sino que arrasó con un rotundo 6-0, 6-0 y 6-4, al ucraniano Stakhovsky, que no tuvo la menor oportunidad. Segundo tanto para España y casi sin despeinarse.

Antes de acabar el día, el capitán Álex Corretja anunciaba en rueda de prensa que Nadal se encontraba bien y que finalmente sería él quien jugaría el partido de dobles junto a Marc López, en lugar de Tommy Robredo, que hasta ese momento había sido la primera opción.

El ambiente festivo se apoderó de la Caja Mágica el sábado: 2-0 para España en el marcador y la promesa de buen tenis con la presencia del incombustible Rafa Nadal y de Marc López, número cinco del mundo en dobles. Por supuesto, no defraudaron, pese a un segundo set en el que este último se vino abajo y tuvo que ser reforzado por su compañero. ‘No ha sido mi mejor partido porque Rafa ha tenido que jugar contra tres en algunos momentos’, bromeaba ante los periodistas un simpático Marc López.

Así, el sábado ya era seguro que España siguiese jugando en el Grupo Mundial, algo que se merece un país que cuenta con el mayor número de tenistas (14) dentro de los 100 mejores del mundo.

El domingo sólo quedaba disfrutar del tenis y resolver la incógnita de si Robredo se iría de la Davis sin haber jugado ni un solo partido. Y así fue, Marc López y Fernando Verdasco fueron quienes, de nuevo, remataron la eliminatoria consiguiendo un contundente 5-0 frente a Ucrania.

Finalizaba así un evento caracterizado, en buena parte, por sus vacíos. El vacío de los partidos jugados por Robredo; el vacío por la ausencia de uno de los mejores tenistas españoles, David Ferrer, que casi pasó desapercibido disfrutando de los partidos entre el público; el vacío en las gradas, algo que hasta el mismo Nadal comentó el viernes en la rueda de prensa, asegurando que ‘España vive un momento complicado y las entradas tienen un precio muy alto para esta eliminatoria’.

El vacío, también, ante la incertidumbre sobre la renovación como seleccionador de Álex CorretjaY el vacío final, inenarrable, en el que se vio sumida la misma Caja Mágica una vez extinto el brillo de la celebración.