EXTRA!
Mencionar a Andrew Lloyd Webber es hablar de uno de los mayores compositores de teatro musical de la historia. Éxitos como ‘Jesucristo Superstar’, ‘El fantasma de la ópera’ y ‘Evita’ tienen su firma. Lo mismo ocurre con una pieza mucho más gamberra y actual que esta temporada se va a convertir en una de las mayores sorpresas de la cartelera madrileña. Hablamos de ‘School of Rock’.
Basada en la película del mismo nombre, protagonizada por Jack Black en el año 2003, la
adaptación a las tablas está producida por Lloyd
Webber, quien también se encargó de componer la música original del
espectáculo. Estrenado en el Winter
Garden Theatre de Broadway en
diciembre del 2015, ‘School of Rock’ llega a la carpa del Espacio Ibercaja
Delicias con la historia de Dewey
Finn, un músico sin trabajo – interpretado con gracia por Leo Rivera – que se hace pasar por
maestro en una escuela de élite hasta
acabar creando una banda de rock con sus propios estudiantes.
El punto fuerte del espectáculo, además de la brillante
interpretación que vuelve a entregarnos Julia
Möller y de una escenografía efectiva, reside en un elenco infantil en estado de gracia ante el que resulta imposible no
caer rendido. Además de sus dotes interpretativas, que provocan la
carcajada y el cariño de todos los presentes durante las dos horas y cuarto de
montaje, tienen el mérito de tocar en directo instrumentos como la
batería y el bajo. Se trata de 43 talentosos jóvenes, formados en diferentes
disciplinas artísticas en la Escuela JANA, que se alternan en grupos de 13 durante las representaciones
semanales del musical.
Hay que aplaudir la
adaptación del libreto llevado a cabo por Zenón Recalde, con un texto
mordaz con el que tanto el público adulto como el infantil se quedará con la
boca abierta en más de una ocasión. Ya lo sentimos por Diego Torres y por los Borbones, pero qué
grandes momentos nos dieron su mención sobre las tablas y qué bien traídas líneas como
estas en el papel de Leo Rivera, que
brilla más en esa vis cómica que en la parte vocal.
Entre los temas del musical destaca un ‘Stick it to the man’ que se ha convertido por méritos propios en un himno de empoderamiento para la juventud,
a la que se pone en el papel central de una historia que nos recuerda lo importante
que resulta estar presentes a la hora de educar a nuestros hijos si queremos
que se sientan escuchados y, sobre todo, amados.
Celebrando el poder
transformador de la música y la importancia de la creatividad en la educación, ‘School of Rock’ lleva años siendo elogiado por la energía que despliega en una serie de
números en los que el público aplaude y ovaciona sin parar. A pesar
de los tacos que se sueltan durante la función, merece la pena acudir con los más pequeños para recordarles la
importancia de creer en sí mismos y de seguir sus pasiones, sobre todo cuando
aquello de la normatividad cada vez resulta menos atractivo.