EXTRA!

Cuenta una leyenda que, hace millones de años, los marcianos, habitantes masculinos de Marte,
descubrieron que existía Venus, un planeta lleno de seres femeninos por los que sintieron interés. Al conocerse surgió el amor y
establecieron felices relaciones de pareja que duraron mucho tiempo. Cuando emigraron a la Tierra, sin embargo, olvidaron que
venían de planetas distintos y comenzaron los problemas de entendimiento.

Con este original planteamiento arranca ‘Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus’, la obra de teatro que se representa en el Teatro Fígaro hasta el 22 de diciembre. Basada en el best seller escrito por John Gray, fue originalmente trasladada a las tablas por el
actor
Paul Dewandre, que ya lleva siete
años protagonizándola con éxito en
Francia. El montaje llega ahora a Madrid
adaptada por
Paco Mir y dirigida por
Nancho Novo.
El intérprete de
este divertido monólogo es el humorista Sinacio,
un veterano presentador y guionista que
formó parte del elenco de ‘5hombres.com’ y participó en la gira de ‘Leo
Harlem y amigos’
, con quien también ha compartido escenario en el espectáculo ‘¿Qué hay de nuevo?’.
El humorista trata de
explicar, en una clase intensiva de 90 minutos, que cada sexo tiene una manera de comportarse y de enfrentarse a las mismas situaciones
, exponiendo con desenvoltura y
simpatía ambas perspectivas. Con divertidas alusiones a la actualidad y el uso de tópicos
sobre hombres y mujeres, Sinacio consigue que sus verdades dichas en voz alta provoquen,
por identificación de los presentes, las carcajadas del público.
Sobre el escenario, un escritorio con
artilugios y una pizarra ayudan al actor, enfundado en una bata
blanca que le otorga un aire de científico, a revelar las claves para comprender a ambos sexos. La iluminación consigue
reafirmar sus palabras estableciendo, según sea preciso, misterio o contundencia. El
cómico detecta los errores comunes que se cometen
en la pareja y propone soluciones para corregirlos. Consejos no
tan ocultos, que están ahí, pero que resultan difíciles de ver.
Un espectáculo que
desprende cariño y humor, apto tanto para acudir teniendo pareja o sin tenerla 
ya que, como el humorista dice entre bromas… incluso podrías salir de allí acompañado.