EXTRA!
El musical 'Anastasia' en Madrid



Sólo ha pasado un año y medio desde que ‘Anastasia’ se estrenara en Broadway
con un éxito arrollador
que ha provocado que su magia llegue ahora a la Gran Vía madrileña. Considerada 
una de las grandes propuestas de la temporada, ‘Anastasia, el musical’ tiene todos los
ingredientes necesarios para enamorar al espectador.



El montaje cumple expectativas. Los creadores de títulos como ‘Los Miserables’ y ‘El Rey León’Stage Entertainmentvuelven a apostar por una historia que marcó la infancia de muchas personas, esta vez con la película homónima sobre la duquesa Anastasia Romanov que Fox estrenó en 1997. En
este sentido, es preciso que los asistentes tengan en cuenta que,
aunque la obra se basa en dicha cinta, encontrarán algunas diferencias con la misma,
desde la historia a algún personaje nuevo, además de las propias canciones que
han sido adaptadas para la ocasión, incluyendo temas inéditos.


El musical, que volverá al Teatro Coliseum el próximo mes de diciembre,
destaca en muchas de sus facetas, pero sin duda hay que resaltar una increíble escenografía
que se podría considerar la más potente en la cartelera
madrileña actual: los decorados, las imágenes en alta resolución y la transición de
localizaciones emocionan, logrando que los presentes se
sientan en el mismísimo París de los años 20 o en la fría Rusia imperial.
El vestuario creado por Linda Cho es tan cuidado como sorprendente, sobre todo en las escenas protagonizadas por la corte imperial de los zares.

Además de la impresionante puesta en escena, destaca un elenco de actores que se sube al escenario
del teatro madrileño, donde la protagonista (Anya) es interpretada por una joven Jana Gómez
que, con solo 22 años, ofrece la dulzura vocal necesaria para su personaje junto a una formación artística más que consolidada.
Algunos la recordarán en el papel de Chip del musical ‘La bella y la bestia’ que hace más de una década se llevó a cabo en el
mismo enclave.

'Anastasia' en el Teatro Coliseum

Iñigo Etayo se mete en el papel del joven buscavidas y protagonista masculino
Dimitri tras haber participado en el musical de ‘La Familia Addams’
, haciendo gala de una sensacional técnica vocal y ejerciendo de perfecto acompañante de Anastasia en su recorrido hasta París. La
joven se encuentra allí con su querida abuela, la Emperatriz, encarnada por
Angels Jiménez,  reconocida por sus
múltiples papeles en teatro musical, que en este montaje sobresale con la
veteranía y maestría necesaria, siendo especialmente relevante en el segundo acto de la pieza.

A lo largo de la producción, que dura algo más de dos horas y media
con un intermedio de 25 minutos
, se acompaña a la joven Anya en la búsqueda de
su familia y, sobre todo, de sí misma. Se podría decir que Anastasia también
ha crecido y ya no es sólo aquella joven superviviente de la masacre
bolchevique. Además de compartir escenario con los personajes principales que todos conocemos, la protagonista se complementa bien con el antagonista perfecto y novedoso Gleb, interpretado por un arrollador Carlos Salgado.

Las letras y el libreto en castellano han sido adaptadas por Roger Peña
y  Zenón Recalde
, que a pesar de realizar
algunas variaciones han logrado mantener la esencia y el
espíritu del texto original escrito por el reconocido dramaturgo Terrence
Mcnally
. ‘Una vez en diciembre’ o ‘Tiempo atrás’ suenan diferentes pero encajan con el desarrollo de una historia que no deja de hablarnos de la búsqueda interior a a la que, antes o después, todos nos enfrentamos.

La deslumbrante maquinaria teatral tiene una base imprescindible para lograr el excelente resultado final gracias a la orquesta que acompaña al elenco y que dirige Xavier Torras, emocionando a los asistentes en los puntos clave. El viaje de Anastasia recalará en Madrid por
mucho tiempo, de eso estamos seguros,
por lo que ir a verla debe estar en el
itinerario de cualquiera que quiera disfrutar de un viaje al pasado que deja
patente que en la capital española se pueden disfrutar de grandes musicales que cada vez tienen menos que envidiar al Broadway neoyorquino o al West End londinense.