EXTRA!



Hay dos grandes momentos en el
arte español del siglo XX: las vanguardias hasta el fin de la II República y el
informalismo y otras abstracciones a partir de los años cincuenta, con afamados
artistas como Antonio Saura, Antoni Tàpies o Eduardo Chillida. Entre ambas etapas se sitúa esa enorme herida que es la Guerra Civil y su inmediata posguerra, a menudo tratadas como un
silencio artístico. El Museo Reina Sofía ha
decidido romper esta mudez con su nueva exposición ‘Campo Cerrado. Arte y poder en la posguerra española. 1939-1953’,
que permanecerá en el espacio cultural madrileño hasta el próximo 26
de septiembre.


Para indagar en esta etapa del
arte contemporáneo en España, la comisaria de la exposición, María Dolores Jiménez-Blanco, se puso al frente de un colosal
equipo que ha dedicado incontables horas a la investigación y documentación en busca del material adecuado y de su
correcta interpretación histórica
. Un trabajo minucioso y concienzudo que se
deja notar agradablemente en cada una de las salas del museo.

‘Campo Cerrado’ nos propone así un recorrido por estos años en
compartimentos diferenciados pero interrelacionados. El camino parte de la Bienal de Venecia de 1938, en la que
España participa con el pabellón encargado por Franco al crítico de arte Eugenio d’Ors.
Desde estos primeros intentos del franquismo por generar un arte al servicio
del régimen
, idealizando la vida rural y los valores tradicionales, la
exposición nos va sumergiendo por un laberinto de regiones sin un orden aparente pero conectadas por relaciones
insospechadas entre artistas, lugares y momentos.



La importancia de la vivienda en el nuevo Estado, el regreso
de las academias, el postismo más allá de la literatura, el
papel del teatro, la arquitectura como arte total y los exilios desde fuera y desde dentro son
algunas de las corrientes que se nos ofrecen y explican hasta culminar en la Trienal de Milán y la Bienal Hispanoamericana de 1951, año en
que el régimen intenta reconciliarse con
el arte de vanguardia haciendo propios algunos de los movimientos artísticos
de esta posguerra
y dando paso al próximo período.

Como colofón a este vibrante
viaje e invitación a profundizar en sus propuestas, a ‘Campo Cerrado’ le acompañan el ciclo de conferencias ‘Fieramente humano’, del 10 de mayo al 14 de junio, y el ciclo de cine ‘Vida en sombras’, hasta el 27 de mayo. El catálogo de la exposición, que se puede descargar gratuitamente desde la web del museo, no sólo
muestra las obras expuestas sino que además incluye textos firmados por los
investigadores y artistas implicados en la muestra.
No cabe duda de que ‘Campo Cerrado’ es un ejemplo de investigación en el arte contemporáneo
español
que pone en valor las obras y artistas de la posguerra por sí mismos y
no sólo como herederos del pasado o gérmenes del futuro. Una oportunidad, en palabras de la propia comisaria, ‘de acercarnos a los años cuarenta desde
los años cuarenta’ y reconciliarnos así con una etapa de nuestra historia
reciente tan delicada como desconocida.