ATLÁNTIDA FILM FEST
Bárbara Sarmentera
!['Blue my mind' en Filmin](https://madtime.es/wp-content/uploads/2018/07/2527Blue2Bmy2Bmind25272Ben2BFilmin.jpg)
directora de la actriz suiza Lisa
Brühlmann, que tras su paso por el Festival
de San Sebastián continúa su recorrido contando la historia de Mia (Luma Wedler), una adolescente que lucha
por adaptarse a los cambios de su cuerpo. La pubertad es un momento lleno de ansiedad una joven que intenta habituarse a su nuevo
hogar y escuela, donde lucha desesperadamente por ser aceptada por los compañeros más
populares mientras lidia con el declive de la relación con sus padres.
Cuando los cambios se vuelven más extremos, la naturaleza autodestructiva de su comportamiento se potencia. El sentimiento de diferencia supone para Mia una tortura que le llevará a hacer cualquier cosa por encajar, siendo su ira tan voraz consigo misma como con su entorno. Brühlmann deja ver sus referencias a
lo largo de una película con una calidad y peso fotográfico impresionante: el diseño de sonido aumenta el gorgoteo de la
pecera en la sala de estar mientras que la paleta de colores se sumerge repetidamente en
los grises y azules de un mar embravecido. Una película que lanza una visión elegantemente distinta sobre el paso de la
niñez a la madurez y todo lo que ello implica contando con un elenco joven que
dará que hablar. 7/10.
Belén Calvín
!['Yo la busco' en Filmin](https://madtime.es/wp-content/uploads/2018/07/2527Yo2Bla2Bbusco25272Ben2BFilmin.jpg)
Gutiérrez Galve pertenece a la nueva ola de realizadoras
catalanas. Su debut, ‘Yo la busco’, sigue la estela de otros trabajos de fin de
grado de la Universidad Pompeu Fabra, como ‘Las amigas de Ágata’ o ‘Julia Ist’,
que lograron trascender el ámbito universitario y triunfar en citas de
la talla del Festival de Málaga. Además de su bajo presupuesto y la frescura propia
de un primer largometraje, las tres películas tienen en común el modo en
que han sabido plasmar a toda una generación que vive sin rumbo fijo, que tiene
relaciones que no encajan en las etiquetas tradicionales y que busca incansablemente su
identidad mientras sobrelleva la incertidumbre. A pesar de algunos detalles por
pulir, son la demostración de que tienen mucho que contar y un estilo
propio.
En esta ocasión, la directora catalana se centra en la
historia de un treintañero llamado Max que ve cómo sus amigos comienzan a evolucionar
mientras él sigue anclado en el mismo punto. Especialmente doloroso será el paso que da su compañera de piso Emma, con quien tiene una relación
especial y quien ha decidido irse a vivir a otro apartamento con su novio. Esa
última noche en la que Emma está en el piso común, Max emprende un viaje nocturno que
le llevará por una Barcelona que no sale en las postales. Un Kebab, un karaoke y el portal de un edificio cualquiera
serán puntos claves de la historia. Como la canción de Ray Heredia que da
título al film, Max tendrá que buscar esa noche su manera de sentir. 6/10.
David Molina
!['La cara oculta del Mundial' en Filmin](https://madtime.es/wp-content/uploads/2018/07/2527La2Bcara2Boculta2Bdel2BMundial25272Ben2BFIlmin.jpg)
Adam Sobel pensaba en el Mundial de Qatar mientras todos ponían la mirada en
Rusia. Sabía que el país más rico del mundo escondía una realidad que pocos
verán cuando, entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre de 2022, el estado
soberano árabe situado en el oeste de Asia se convierta en el centro de todas
las portadas y telediarios al acoger el evento deportivo más importante del
planeta. Durante cerca de 90 minutos, el documental ‘La cara oculta del Mundial’ sumerge al espectador en los campos de trabajo donde un millón de trabajadores
migrantes de países como Ghana, Nepal o India sobreviven en condiciones cercanas
a la esclavitud mientras sueñan con convertirse en estrellas del fútbol.
Las empresas patrocinadoras
juegan con esa ilusión organizando un torneo de fútbol exclusivo para los
empleados en un intento de simular una preocupación por su bienestar, algo que
contrasta con las circunstancias en las que viven día a día y un sueldo
precario que les impide soñar más allá del día siguiente. Sobel lleva la cámara
a la rutina de los trabajadores de GCC siendo lo suficientemente hábil como para
dejar que sea el público quien saque sus propias conclusiones, limitándose a
mostrar retales de partidos y conversaciones sobre citas románticas, racismo y libertad.
Aunque la producción resulte densa por momentos para quienes vivan ajenos a la fiebre futbolera, el retrato sobre el capitalismo salvaje acongoja. 6/10.
Estela Cayón
!['Footnotes' en Filmin](https://madtime.es/wp-content/uploads/2018/07/2527Footlose25272Ben2BFilmin.png)
Sonia Dueñas
!['No intenso agora' en Filmin](https://madtime.es/wp-content/uploads/2018/07/2527No2Bintenso2Bagora25272Ben2BFilmin.jpg)
acontecimientos modernos más importantes en Europa. Sin embargo, la
popularización del levantamiento en París eclipsó otros puntos
calientes en el mapa mundial, como Praga o Río de Janeiro. Precisamente esto
es lo que recoge ‘No intenso agora’, el documental del guionista y director
brasileño João Moreira Salles. En pleno aniversario de tales
revueltas, la obra toma como excusa el viaje que realizó su madre a China para mostrar
al movimiento estudiantil y las huelgas de obreros en Francia; seguir con el período
de liberalización política en Checoslovaquia, en el que el estudiante Jan
Palach se quemó a lo bonzo en plena plaza de Wenceslao, y finalizar con la Marcha
de los Cien Mil contra la dictadura militar brasileña y el asesinato del
adolescente Edson Luís de Lima Souto por un disparo en el pecho.
Nominado
a mejor documental y música en los Premios Fénix, la cinta presenta una
gran cantidad de material de archivo, convirtiéndose en el metraje más completo
hasta la fecha sobre el suceso. Por supuesto, se trata de una visión
subjetiva, aún incompleta.
Eso sí, la más importante. No obstante, las imágenes son narradas por una fallida
voz en off que termina por arrullar más que impactar. Un detalle que,
por suerte, no desmerece una magnífica labor documental sobre tan conmovedores
hechos recogidos por testigos anónimos, aportando una perenne melancolía a un
ensayo que es pura poesía. 8/10.