EXTRA!
Dice el Artículo 47 de
la Constitución Española que ‘todos los españoles tienen derecho a disfrutar de
una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones
necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este
derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general
para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que
genere la acción urbanística de los entes públicos’. Eso dice la Constitución
mientras que los datos hablan por sí mismos: 68.091 desahucios en 2014; 400.000
desde 2007.
A partir de una
creación colectiva con la colaboración del director de cine Miguel Bardem, Lola Blasco ha escrito
un texto que, tras remover muchas conciencias a su paso por el Teatro del
Barrio y el Teatro del Arte, se representa ahora en el Teatro Alfil, cada jueves
por la tarde. Lorena García de las Bayonas dirige una tragicomedia con tintes
musicales que, durante cerca de 90 minutos, trata una realidad que la sociedad
española sufre a diario en sus carnes.
creación colectiva con la colaboración del director de cine Miguel Bardem, Lola Blasco ha escrito
un texto que, tras remover muchas conciencias a su paso por el Teatro del
Barrio y el Teatro del Arte, se representa ahora en el Teatro Alfil, cada jueves
por la tarde. Lorena García de las Bayonas dirige una tragicomedia con tintes
musicales que, durante cerca de 90 minutos, trata una realidad que la sociedad
española sufre a diario en sus carnes.
Partiendo de la visita
a una entidad bancaria por parte de una pareja joven, el público conoce a los personajes de dos
de los actores que más brillan en una representación que
se atreve a hablar sin pelos en la lengua de la realidad de los desahucios. Alba Flores
demuestra durante la función una gran versatilidad con su voz y su gestualidad mientras que Javier
Godino, ya experimentado en el género musical, se mete en la piel del personaje que
más evolución sufre durante la trama.
a una entidad bancaria por parte de una pareja joven, el público conoce a los personajes de dos
de los actores que más brillan en una representación que
se atreve a hablar sin pelos en la lengua de la realidad de los desahucios. Alba Flores
demuestra durante la función una gran versatilidad con su voz y su gestualidad mientras que Javier
Godino, ya experimentado en el género musical, se mete en la piel del personaje que
más evolución sufre durante la trama.
El trabajo que se lleva
a cabo con el espacio es magistral, construyendo distintos escenarios con los
recursos mínimos, saliendo victoriosos gracias a las paredes invisibles que
aprisionan a unos personajes que comparten sus historias de pérdidas y de
incomprensión en un ejercicio honesto que también se ocupa de la situación que sufren multitud
de inmigrantes en España.
a cabo con el espacio es magistral, construyendo distintos escenarios con los
recursos mínimos, saliendo victoriosos gracias a las paredes invisibles que
aprisionan a unos personajes que comparten sus historias de pérdidas y de
incomprensión en un ejercicio honesto que también se ocupa de la situación que sufren multitud
de inmigrantes en España.
La música serena un texto bien construido, con números en los que destaca vocalmente Mónica
Dorta, que junto a sus compañeros pone gran pasión en cada palabra que canta,
emocionando al público con la profundidad de su mensaje. No se oculta la
inspiración que ‘El jardín de los cerezos’ de Chéjov ejerció en una pieza
elaborada colectivamente por la compañía ‘Teatro a Voces’ a partir de entrevistas a personas afectadas por el
drama del desahucio.
Dorta, que junto a sus compañeros pone gran pasión en cada palabra que canta,
emocionando al público con la profundidad de su mensaje. No se oculta la
inspiración que ‘El jardín de los cerezos’ de Chéjov ejerció en una pieza
elaborada colectivamente por la compañía ‘Teatro a Voces’ a partir de entrevistas a personas afectadas por el
drama del desahucio.
El espectador vive una
experiencia teatral hipnótica en la que ficción y teatralidad se funden con
historias reales narradas con gran sencillez y el acompañamiento de la música
compuesta por Ana Laan. Como un grito contra la pasividad social, ‘Artículo 47’ produce rabia, pena y reflexión combinando el teatro documental con el musical
sin que el experimento chirríe. El resultado es una delicia desgarradora.
experiencia teatral hipnótica en la que ficción y teatralidad se funden con
historias reales narradas con gran sencillez y el acompañamiento de la música
compuesta por Ana Laan. Como un grito contra la pasividad social, ‘Artículo 47’ produce rabia, pena y reflexión combinando el teatro documental con el musical
sin que el experimento chirríe. El resultado es una delicia desgarradora.