EXTRA! 



Corren los años 60. En una
ciudad indeterminada del Mediterráneo, un hombre pobre llamado Dino
consigue dos trabajos. Como no quiere renunciar a ninguno, debe coordinarse para atender a sus exigentes jefes: un asesino buscado por la
policía y un gánster.
 
Este es el argumento de ‘Dos peor que uno’, la comedia que se representa en la Sala Roja de los Teatros del Canal desde el pasado 20 de
marzo y que estará hasta el próximo 12 de abril. 
La adaptación a cargo de Paco Mir y la dirección de Alexander Herold mezclan la sátira, el vodevil y la improvisación recuperando la obra del dramaturgo Carlo Goldoni (titulada ‘Il Servitore di Due Padroni’) a partir de la multipremiada versión británica ‘One man, two guvnors’, firmada por Richard Bean.


El actor madrileño Fernando
Gil

borda el papel protagonista en el que tiene que atender a las peticiones de sus
dos jefes.
El intérprete explota su lado más cómico y hace gala de una
facilidad de palabra admirable, una verborrea que mantiene hasta en las frases más
enrevesadas dejando a los presentes sin aliento. Fuente inagotable de energía, no para de hacer reír a un público con el que interactúa. Los tímidos, en esta función, mejor más allá de las primeras filas.

Peter
Vives
, que ya ha demostrado lo bien que se mueve en
ambientes de época (‘El tiempo entre
costuras’
, ‘Velvet’) interpreta a Sebastián,
un asesino con clase y algo gruñón. El catalán da vida a uno de los jefes de Dino, función que comparte con Miren Ibarguren, que tiene dos caras en
esta historia bajo los nombres de Mario y María.
Mar Abascal da vida a Loli, una mujer de armas tomar adelantada a su época.


Ocho personajes
secundarios completan un elenco en el que todos tienen su momento, ya que cada
uno destaca por una cualidad única que hace reír al espectador.
Entre ellos, una joven
con pocas luces, un actor sobreactuado o un camarero octogenario cuya presencia
en escena es sinónimo de carcajadas.

La
banda de música
Amélie Angebault Quartet ameniza los minutos previos al inicio de la función y los cambios de escenografía, acompañados en ocasiones por los actores.
Corrupción, comida, engaños o venganza se mezclan en un montaje de dos horas y
cuarto (intermedio incluido) que no deja relajarse al espectador por el constante vaivén de acontecimientos.

Con continuos guiños a la
actualidad, el espectáculo toca muchos temas sin tratar ninguno en profundidad, centrándose en su faceta humorística. Junto a la improvisación y el buen hacer de los actores, su ingenio consigue ganarse al espectador. ‘Dos peor que uno’ es u
na obra que llama la atención sólo con ver su cartel, en el que destacan intérpretes conocidos
de la pequeña pantalla cuyo mérito en la producción va mucho más allá de su fama. A las grandes interpretaciones, se suman un guión y ambientación muy logrados que sorprenderá a todos los públicos.