EXTRA!

Lady Bird



El año en que se cumple el 90 aniversario de los Oscar podemos
constatar que sólo una mujer ha logrado alzarse con la estatuilla a la
mejor dirección.
Y, para ello, tenemos que remontarnos a la década pasada. Fue Kathryn Bigelow, en el año 2009, con el film ‘En tierra hostil’. Solamente
otras dos mujeres habían sido nominadas en esta categoría hasta entonces: Sofia Coppola, en 2003, por ‘Lost in translation’ y Jane Campion, en 1993, por ‘El piano’. Aunque la actriz,
guionista y directora Greta Gerwig no repitió el logro de Bigelow en la ceremonia del pasado 4 de marzo, el
hecho de haber conseguido sumarse a esta breve lista de
nominadas ya la hace entrar en la historia del cine por derecho propio. Con
esta fuerza llega a las salas españolas ‘Lady Bird’, su debut en la dirección tras haber batido récords de
puntuación entre los críticos al alcanzar la máxima puntuación en
la web americana de crítica especializada Rotten Tomatoes.


En realidad, la actriz californiana lleva más de 10 años colaborando
en los guiones de directores como Joe Swanberg o Noah Baumbach.
También ha protagonizado aplaudidas comedias, entre las que sobresale la maravillosa
‘Frances Ha’, que la han encumbrado
como reina del mumblecore.
Este subgénero
del cine indie norteamericano se caracteriza (además de por el hecho de que sus
personajes balbucean y mascullan al hablar) por estar
protagonizado por jóvenes que buscan encontrar su lugar en el mundo.
La improvisación y la naturalidad son también sus señas de identidad, buscando
romper con las estructuras prefabricadas y el artificio del mainstream. Como si
se tratase de la protagonista de la cinta, la autora por fin alza el vuelo en solitario, con una buena parte autobiográfica. En palabras de la
propia directora, Lady Bird es todo
lo que ella hubiese querido ser a su edad.

Christine ‘Lady Bird’ McPherson es una estudiante de último año de instituto en
una escuela católica de los suburbios de Sacramento
, cuyo mayor deseo es entrar en una universidad de la Costa Este de los Estados Unidos, ya que es ‘donde está el arte y la
cultura’. Que la trama suceda en el 2002 no parece casualidad, ya que no
sólo coincide con la propia etapa vital de la autora, sino que precisamente es
el año del largometraje fundacional del mumblecore, ‘Funny Ha Ha’, de Andrew Bujalski.

El debut en la dirección de Gerwig
arranca con dos citas que suponen toda una declaración de intenciones.
La primera pertenece
a la periodista y escritora californiana Joan Didion, conocida por su retrato minucioso de la ciudad de Sacramento,
ciudad natal de la creadora. La segunda es de la imprescindible novela
‘Las uvas de la ira’, de John Steinbeck, que describe la dura
travesía de la familia Joad desde Oklahoma hasta California al ser expulsados
de su tierra debido a los cambios en la forma de explotación de las mismas y al desastre
ecológico conocido como Dust Bowl.

Lady Bird en escena

Así, dos de los grandes focos de la película quedan resumidos con esas
citas. Por un lado, el espíritu californiano y la importancia de las raíces que, nos gusten o no, nunca nos abandonan y terminan formando parte de nuestra
identidad. Por otro, la visión de la clase trabajadora que tiene que
sobrevivir en una sociedad en crisis y continua transformación:
el padre de Christine
es un informático que se queda sin empleo; su madre lleva un frenético
ritmo de trabajo como enfermera y sostén de la familia y su hermano
trabaja de dependiente en una tienda a pesar de haber estudiado en la prestigiosa Universidad de Berkeley.

En medio de todo este torbellino se desarrolla la adolescencia y el
último curso de instituto de Christine, que lidia con las primeras
aproximaciones al sexo y al amor, las dudas en la amistad, los miedos y
dificultades de sus padres y, en general, la falta de confianza de su entorno
en ella misma y en sus sueños. La historia recupera el género
del coming-of-age desde un punto de vista tan personal y sincero que, a pesar de incluir
todos sus tópicos, convierte la película en una experiencia única.
Algo muy
parecido a lo que le sucede a otra de las nominadas a los Oscar, con la que
también comparte reparto: ‘Call me by your name’ y su protagonista Timothée Chalamet. El joven de 17 años se ha convertido en una de las grandes
revelaciones de este año, dando vida en esta ocasión a Kyle en un papel secundario.

Si una palabra ha resonado en los últimos tiempos, llegando a impregnar
las alfombras rojas es, sin duda, sororidad. Y esta película derrocha amistad y apoyo entre mujeres por los cuatro costados. Dos grandes
actrices dan vida a Christine y a su madre, siendo la relación entre ambas la
espina dorsal del largometraje. Saoirse Ronan

interpreta a la joven protagonista llenando la pantalla de autenticidad y frescura,
mientras Laurie Metcalf es el
perfecto contrapunto, encarnando a una madre dura pero que esconde una enorme
sensibilidad. La relación de la directora con Ronan se ha empapado de
este término, con una complicidad absoluta que traspasa la pantalla,
como se pudo ver en los Globos
de Oro
, donde ‘Lady Bird’ se
hizo con el premio a mejor comedia del año.
Todo apunta a que estamos ante un icono generacional de una nueva
femineidad que empieza en ‘Lady
Bird’
y se prolonga en ‘Frances Ha’.
Una femineidad que se muestra libre por encima de todo y que ha tomado la
palabra para contar su historia en primera persona y con voz propia.
Una
femineidad a la que le queda mucho por decir y que por fin ha
alzado el vuelo sin olvidar cuáles son sus raíces.