EXTRA! 


El famoso actor malagueño Pablo Puyol (‘Venidos a menos’, ‘Póker de
voces’) se estrena como director en ‘¿Cómo matar a Julio Iglesias?’
una comedia en la que dos jóvenes con dudas sobre su futuro se plantean empezar a cambiar sus vidas de una manera un
tanto peculiar. La obra se puede ver hasta el próximo 31 de julio en la Sala Nada del barrio de La Latina.

El punto de partida de esta
historia comienza en una sacristía en la que dos músicos veinteañeros que actúan
en eventos esperan a que termine la ceremonia. Entre alcohol y otras sustancias se dedican a hacer tiempo y comienzan a fantasear sobre a qué cantante podrían
imitar
, basándose en el éxito que cosecharon y su popularidad actual.

Tras barajar distintas
opciones llegan a la conclusión de que lo ideal sería ser Julio Iglesias, pero no se conforman con imitarle, planteándose suplantar su identidad. Y para ello, lo único que se les ocurre es que deben
matarle. Un portal con acceso a una tercera dimensión les
llevará a vivir una sucesión de situaciones disparatadas.
¿Conseguirán cumplir
su objetivo?

Los dos actores que protagonizan la producción son jóvenes muy conocidos en la pequeña pantalla. Víctor Elías, famoso por su personaje de Guille en ‘Los Serrano’ compagina su faceta como
actor con la de músico, ejerciendo de pianista en el musical ‘La llamada’ y en ‘The Hole
2’
. Por su parte, Luisber Santiago
ha aparecido en diversas series de televisión y en ‘Cambio de clase’ de Disney
Channel.
Su última incursión en el cine ha sido en la película ‘Móstoles no es lo que parece o la
importancia de llamarse Encarna’
, pendiente de estreno.

Durante 65 minutos, los
personajes pasan por distintas localizaciones en las que un modesto atrezzo
sirve de base para contar una historia que se sustenta en las divertidas
interpretaciones de ambos actores. El guión de Sergio Granda y Pablo
Bartolomé emplea un lenguaje coloquial fácil de seguir.

Una obra ligera que
busca la risa continua del espectador, con conversaciones y momentos delirantes.
Recomendable para una estación del año en la que se necesita desconectar y vaciar la
mente
, aunque no tanto para llevar a los pequeños
de la casa.