EXTRA! 



Las comparaciones son odiosas. Tras una primera edición abanderada
por un extraordinario concierto de la banda de Ohio The National, en la que
grupos como The Kooks y Mando Diao ofrecieron actuaciones más que dignas, lo
cierto es que la confirmación de los estadounidenses Imagine Dragons como absoluto
cabeza de cartel de este segundo Madrid Live! sirvió para reventar la taquilla al
mismo tiempo que muchos preveían las diferencias con el año anterior.


Los suecos Kakkmaddafakka prometían buenas dosis de fiesta
mientras que grupos nacionales como Nudozurdo y Papaya no terminaban de encajar
con el público que el pasado viernes 30 de octubre acudía al Palacio de los
Deportes
, rebautizado como Barclaycard Center. Los teloneros de Imagine Dragons
en su gira europea, Sunset Sons, completaban el cartel de esta edición.

Las 14.500 personas que disfrutaron del grupo dragontino
cerca de las 23.00 h. fueron llenando poco a poco un espacio que en la
actuación de Papaya sólo contaba con la mitad de la pista en una
breve actuación con temas como ‘Cosas fascinantes y sencillas’. El cuarteto Sunset
Sons
, con aires de Kings of Leon, animaron a los presentes con temas como ‘She
wants’
y ‘Remember’ antes de que salieran al escenario Nudozurdo, con un
directo fallido más por las circunstancias que por su propuesta.
Los fallos de
sonido y lo desencantados que parecían tanto los músicos como los espectadores,
ya nerviosos por la cercanía del cabeza de cartel, derivaron en una actuación
para el olvido.

Kakkmaddafakka salieron llenos de energía al escenario
pasadas las 21.50 h. con el himno de la Champions y su famoso tema ‘Touching’.
Tan movidos como siempre, bailaron, animaron al público que ya iba llenando el
Palacio de los Deportes y demostraron potencia sonora en temas como su clásico ‘Restless’.

El suyo fue un buen espectáculo con bandera del grupo incluida y la
interpretación de su nuevo single, ‘Galapagos’. Una actuación que no llegó a la
hora de duración, culminando con una versión de ‘Bailando’ de Paradisio y
serpentina sobre los presentes.


Los primeros gritos de las primeras filas, en su mayoría por
debajo de los 20 años, crecían según los espejos y los instrumentos de
percusión iban apareciendo en un escenario que a las 23.00 h. acogía ‘Shots’,
el tema con el que el cuarteto de Las Vegas inició un directo caracterizado por
la brillante puesta en escena y entrega de los miles de seguidores de la banda.
Tiene mérito que temas como Trouble o It’s time sonaran perfectos teniendo
en cuenta el rebote existente en un espacio con las características acústicas del
Palacio de los Deportes.

Un amante cualquiera de la música se percata de que, aunque
las letras de la formación no estén especialmente cuidadas, su sonoridad y
energía en directo tienen la clave del éxito del grupo liderado por Dan
Reynolds.
La batería de Andrew Tolman aceleraba los latidos del público mientras
se acercaban pelotazos como DemonsOn top of the world y la esperada Radioactive.
Los juegos de luces se sucedían, con el público aún sonriendo
tras una acertada versión a capella del Forever Young de Alphaville. Buenísimos
los solos de guitarra que Daniel Wayne se marcó en dos ocasiones durante una
actuación que, tras un gran derroche de energía, llegó al final con The Fall 
y los grandes vítores del público. Aunque para algunos ese Vanderlyle crybaby geeks con el que justo un año antes cerraron el festival The National fuera incomparable,
la cara de los jóvenes era de absoluta felicidad. Quizá al festival aún le falte por
definir el público al que quiere ganarse.