EXTRA!

A lo
largo de los siglos, el ser humano ha sabido dominar la naturaleza y utilizarla
para su propio beneficio. No obstante, pese a la gran evolución de la
especie, el tiempo sigue siendo uno de los elementos más codiciados que aún se
mantiene fuera de nuestro alcance y que, en cambio, nos controla, nos esclaviza
e, incluso, nos lleva hasta la locura.
El séptimo arte guarda
miles de retratos al respecto, referencias de todo tipo, al igual que en sí
mismo es un claro ejemplo del transcurrir de los años a través de millones de
películas.

Han tenido que trascurrir 12 años de rodaje para
que el famoso director francés Richard Linklater presente su último trabajo, ‘Boyhood’, que llega a la cartelera española el 12 de septiembre,
una fecha que parece ser el reflejo de todo su esfuerzo.
Acostumbrados a ver a
los actores transformados gracias al maquillaje o sustituidos por otros para
marcar el desarrollo de una persona, es curioso ver a Mason (Ellar Coltrane) crecer y seguir su historia desde los seis años, con sus cambios físicos y mentales. La película refleja las
decisiones, las relaciones familiares, sus experiencias en los estudios, las
inseguridades, el primer amor o los amigos que forman parte de aquellos años
llenos de confusión propios de la adolescencia. 



Coltrane lleva el peso de los casi 170 minutos de metraje con un personaje que parece dejarse llevar irremediablemente por las circunstancias y que parte de una situación complicada, con unos padres separados y una mudanza en marcha. Al igual que él, el paso del tiempo también se manifiesta en su padre (Ethan Hawke), que muestra la mayor evolución psicológica y que es quien más eclipsa ante la cámara, su madre (Patricia Arquette), llena de sensibilidad y coraje, y su hermana (Lorelei Linklater), el punto más alocado, salvaje e irresponsable del reparto.

Una historia ordinaria que
podría ser de cualquiera y que, precisamente por eso, se muestra llena de paralelismos
con nuestras propias vidas, por lo que es difícil no sentir empatía en algún
momento. No hay excesos, ni grandes giros, ni un desenlace concreto, sino tan sólo un fragmento de la vida de Mason por el que Linklater nos permite fluir. Repleta de brillantes
diálogos, la película posee pequeñas escenas llenas de magia gracias a las
conversaciones, sobre todo, entre padre e hijo.



La imagen de este crecimiento no es sólo la de los personajes, sino también la del propio cineasta, siendo un claro reflejo de su propia madurez artística. De la mano de los directores de fotografía Lee Daniel y Shane F. Kelly, que forman parte del equipo de confianza del autor, la cinta mantiene una homogeneidad técnica, aspecto que parece ser el único en librarse de ese transcurrir del tiempo. 


Sencilla y sin ostentaciones, guarda un elemento clave que emociona hasta límites insospechados: su banda sonora. ‘Yellow’ de Coldplay, ‘Soak up the sun’ de Sheryl Crow o el popular ‘Baby one more time’ de Britney Spears son algunos de los temas que a muchos hará recordar grandes momentos.


‘Boyhood’ es una experiencia, no sólo cinematográfica, sino también íntima y
personal.
En algo menos de tres horas de cinta se recogen varios años de vida a través de una idea tan apabullante que no deja de recordarnos lo ínfimo que es este mundo, lo rápido que pasa el
tiempo y la cantidad de imágenes que quedan en nuestra
memoria y que nos ayudan a rescatar lo mejor y lo peor de nuestro camino.