EXTRA! 



Gran Bretaña siempre se ha enorgullecido de sus aportaciones a la historia de la música. Grupos como The Beatles, The Who, Queen, Pink Floyd, Led Zeppelin o The Rolling Stones han marcado a un sinfín de generaciones que han asimilado sus canciones como himnos, ensalzando a aquellos que han llegado a ser únicos en un peliagudo ámbito cultural. Desde allí también se han encargado de expandir por Europa nuevos estilos, entre los que cabe citar el britpop, que, junto al grunge, se convirtió en una de las corrientes alternativas en la década de los 90 frente a la masiva expansión de la música electrónica por el continente. 


Bajo este contexto nacía Oasis, una peculiar banda que, a pesar de una conflictiva imagen rápidamente recogida por los medios más sensacionalistas y de su eterno y popular enfrentamiento con otra de las formaciones más emblemáticas de aquellos años como era Blur, se erigía como el quinteto que cambiaría el panorama musical de los últimos años del siglo XX. Precisamente de esta esencia se nutre el director inglés Mat Whitecross para crear su último trabajo, ‘Oasis: Supersonic’, un documental que cuenta con el equipo productor del famoso biopic sobre Amy Winehouse, ‘Amy’, repasando los años de ascenso de aquellos jóvenes de Manchester. La cinta llega a España de forma excepcional, puesto que sólo permanecerá en cartelera una semana a partir del viernes 28 de octubre, siguiendo la estela de ‘The Beatles: eight days a week’, en el marco del festival Beefeater In-Edit.


Un repaso de 122 minutos por sus inicios, por la infancia de Noel y su hermano pequeño Liam Gallagher, por los problemas de una familia desestructurada que tuvo que soportar el maltrato del padre. Desde un pilar tan conflictivo ambos intentaron salir adelante bajo el apoyo incesante de su madre, Peggy Gallagher, que participa en el metraje aportando el testimonio más íntimos. Desde tan abajo sólo quedaba ascender, tal y como un prácticamente adolescente Liam anunciaba mientras soñaba con llegar a lo más alto. No tardaría en ocurrir. Noel dedicaba su tiempo a escribir canciones, a desprenderse de angustiosos años de dolor por la vía más creativa, un camino que les llevaría a subir escalón tras escalón más rápido de lo que jamás habrían pensado.



El ejecutivo de la discográfica Creation Records, Alan McGee, apreció su talento y frescura durante un concierto en un pequeño pub de Glasgow. Una casualidad que les llevaría a emprender una carrera frenética desde el nacimiento de su primer álbum de estudio, ‘Definitely Maybe’, que contiene el que para muchos es el himno de los 90, ‘Supersonic’, tema que les catapultó directamente al 31 de las listas de éxitos británicas y que adquiere un gran protagonismo en la producción, a pesar de ser una de las canciones que menos triunfos les reportó. Así lo narran ambos hermanos que, a pesar de las constantes confrontaciones de los que informa la prensa sensacionalista, parecen estar unidos para construir su historia en forma de documental. Una oportunidad que Liam aprovecha para aclarar ciertas cuestiones y leyendas urbanas, como las causas por las que a veces desaparecía del escenario y Noel tenía que tomar el relevo como cantante.


Independientemente de sus conflictos, que quedan retratados una y otra vez como las típicas riñas de hermanos, parece evidente que cada uno tenía visiones muy diferentes a la hora de trabajar. Noel se dedicaba por entero a la composición, a un perfeccionismo que le llevaba a exigir el máximo a sus compañeros, mientras que Liam se rendía a la diversión, las fiestas y las drogas que también formaron parte de la banda. Whitecross pone el broche de oro con el retrato de los dos conciertos que ofrecieron en Knebworth Park, en el año 1996, ante 250.000 seguidores. El momento más álgido del grupo corona un trabajo que gira única y exclusivamente en torno a Oasis, sin referencias a formaciones de la época como Blur, Elastica, Pulp o Suede, que hubieran sido necesarias para enmarcar dentro de un contexto, aun contando con el cantante Richard Ashcroft, que aparece fugazmente en una de las grabaciones caseras del material inédito que construye el documental.


Su segundo álbum, ‘What’s the Story? Morning Glory’, también forma parte de una banda sonora única, emblemática y nostálgica para quienes vivieron una década de gloria musical. Una producción apoyada, a su vez, por las declaraciones de los integrantes del grupo durante aquellos años, Paul Arthurs, Paul McGuigan, Alan White y Tony McCarroll, que en todo momento se mantienen en segundo plano. Whitecross logra emocionar no tanto por el trabajo realizado, sino más bien por el significado que se esconde tras las imágenes y los himnos que consiguieron combatir al tiempo y permanecer para siempre en el interior de millones de seguidores.