EXTRA! 



A tres kilómetros
del Festival Internacional de Magia de Madrid celebrado en el Teatro Circo Price, los trucos del prestigioso ilusionista portugués Luis de Matos
hicieron que el público del Teatro Compac
Gran Vía
 se quedase con la boca abierta entre el 1 y el 5 de abril. ‘Chaos’, como se llama el espectáculo, logra que lo caótico e imprevisible siga siendo un misterio gracias a la habilidad de uno de los magos más exitosos del mundo. 



Nombrado Mago del Año por The Academy of Magical Arts en 1999 y Mago de la Década por la International Magicians Society en 2010, Luis de Matos logra convertir cada minuto de su actuación en 60 segundos mágicos en los que las
peripecias del artista logran que el espectador disfrute y se
sorprenda continuamente.
El ilusionista hace partícipe incluso a los más pequeños, que suben al escenario a quedarse
boquiabiertos con sus trucos.


Los asistentes quedan fascinados al comprobar desde sus butacas que pueden participar activamente en uno de los trucos del ilusionista haciendo magia con sus manos hasta descubrir las tres reglas básicas del Premio Nobel Albert Einstein‘1.
En el caos está la simplicidad; 2. El conflicto está en la armonía; 3. En la
dificultad está la oportunidad’
.


Luis de Matos juega
con la coincidencia, casualidad y predicción, factores que proliferan durante las casi dos horas que dura la representación.
Predicciones que dejan atónito a más de uno, con las que los más escépticos creerán que hay algo mágico detrás, aunque no cesen en su empeño de buscar una respuesta a cada andanza del portugués.

Con una
brillante puesta en escena, el ilusionista dispone de todo lo necesario para
realizar su espectáculo sobre las tablas. No falta detalle y todo está organizado a la
perfección para que nada falle. La intuición, persuasión e inocencia del público logra que la producción deje un buen sabor en todos los presentes.
Un
espectáculo para toda la familia en el que cada momento es único,
teniendo en cuenta que lo que hacemos hoy afectará a lo que acontecerá mañana. Creemos
que las decisiones que tomaron los espectadores fueron totalmente imprevistas e imposibles de prever, desafiando a la razón.
¿O tal vez no?