EXTRA!


Museo Chicote estrena drunch, una moda que llega desde Nueva York y que consiste en la fusión del almuerzo (brunch) y la cena (dinner), dando como resultado una apetitosa comida que podríamos traducir al castellano como merienda-cena. El pasado jueves, el emblemático restaurante situado en el número 12 de la Gran Vía madrileña presentó el nuevo plan de las tardes de la mano de su embajadora, la actriz Carolina Bang.
La intérprete se mueve como pez en el agua en este tipo de citas. Acapara todos los flashes y charla con todos los invitados. Asidua a Museo Chicote los fines de semana – de ahí que sea su embajadora, según explica ella misma-, no duda en alabar el trato ‘tan personal’ que ofrece el mítico local y se muestra entusiasmada con el reciente drunch.

Con un sencillo look compuesto de blazer de rayas blancas y negras, jeans y botines, la actriz luce impecable dentro del local, del que se proclama fan: ‘Me encanta Museo Chicote porque es un bar mítico. Mi abuela solía venir aquí, es de toda la vida’, aseguraba. Calificando la coctelería de excepcional, Carolina recomienda probar varios combinados, a pesar de decantarse por el Cosmopolitan, ‘aunque suene un poco a Sexo en Nueva York, añade divertida. Asegura que le encanta salir con sus amigos de copas por Madrid. ‘También tenemos vida normal’, dice entre risas. 
El evento comenzó amenizando a los invitados con una cata de dos cócteles cinco estrellas de XB, una versión sofisticada del conocido Sex on the beach: por un lado, XB Love, afrutado, con un toque de gominola y un sabor delicioso a fresas; por otro, XB Prince, preparado con cava y perfumado con esencia de mandarina. En una improvisada barra en el recibidor del restaurante, un barman preparaba con delicadeza los combinados.
Cuando la música subió de volumen, la sala principal se fue llenando de diversos aperitivos en los extremos de la mesa central del local. Canapés entre los que destacaban pequeños sándwiches de rúcula y crema de salmón; tartaletas de guacamole y gambas; musaca de verduras fría; tostada de confitura de tomate y queso de cabra; raviolis fritos rellenos de gamba con salsa gaucha… Un buffet frío muy acertado para acompañar con un cóctel de ginebra, cítricos y violeta.

Museo Chicote pretende despuntar con este innovador concepto que combina el ‘aperitivo italiano’ con una coctelería privilegiada. Como explica el responsable de comunicación, Alexis Rojas, se pretende ‘dar una vuelta de tuerca y renovar Museo Chicote’. Por 10 euros es posible disfrutar de bebida a elegir entre un cóctel, barra libre de ponche o dos refrescos (o cervezas), además de los aperitivos que ofrece el buffet libre. 

La oferta está disponible cada jueves entre las 20.00 y las 23.00 h. Un ambiente agradable, con buena música, bebidas de calidad y un delicioso piscolabis: un plan totalmente recomendado para darte el capricho tras un día de trabajo agotador.