EXTRA! 



El sonido íntimo y personal de la compositora y cantante
madrileña Christina Rosenvinge se convirtió en el reclamo con el que la famosísima
cadena internacional de café Starbucks
presentó 
el café frío Starbucks Discoveries Cappuccino la tarde del pasado jueves 24 de
julio en la terraza de La Casa Encendida de Madrid.


Pasadas las 20.30 h., la
artista se presentó 
enfundada en un vestido largo con motivos florales y acompañada de dos músicos (guitarra y batería) ante las 200 personas que esperaban sentadas en el suelo de
la terraza al ritmo de 
‘Romeo y los demás’, tema que recuerda al sonido de ‘Tu labio
superior’
mientras repasa a los hombres que han formado parte de su vida, para
volver a 2008 con
‘Las horas’ y ‘Anoche (el puñal y la memoria)’.

Cercana con el público, con quien reflexionó sobre el verano
madrileño y la historia de canciones como ‘La muy puta’ (donde se ríe de sí misma y de la muerte en una especie de cuento gótico) y ‘La tejedora’, de las
más redondas en ese giro hacia lo electrónico que es ‘Lo nuestro’, su último
trabajo discográfico y uno de los más brillantes que se han lanzado en España en lo que va
de año, Rosenvinge presume de comodidad ante la guitarra y el teclado con
poéticas y complejas composiciones como ‘Mi vida bajo el agua’.

Los susurros hipnóticos se mezclan con los aullidos en temas
recientes que se adivinan concebidos para vibrar entre sintetizadores y bases programadas en grandes festivales
,
envueltos en una sonoridad que pasa del desasosiego a la suavidad a gusto de la
artista de la melena rubia, que no teme hablar de la situación social en ‘Alguien
tendrá la culpa’
, cambiando los coros infantiles del estudio por los
del público congregado en una animada canción muy en la onda de ‘Eclipse’ y ‘Anoche’.

Inspirada en una de las figuras más influyentes de la
historia de la ciencia y la tecnología, Nikola Tesla, sin el que personajes
como Edison y Marconi no habrían sido nada, ‘Pobre Nicolás’ emana lucidez entre
látigos de luz y rayos en la piel
, mientras que ‘La tejedora’ se basa en la
gran escultura ‘Maman’ con forma de araña de la artista francesa-americana
Louise Bourgeois, homenaje a la madre que teje la tela de los afectos y queda
atrapada en ellos como consecuencia de la sobreprotección.
La que en su día fuera una adolescente rebelde hoy se ha
convertido en una musa indie necesaria en cualquier lista de grandes referentes
del pop español de los últimos 25 años
, a la que hasta el más despistado conoce por
aquel clásico ‘Chas y aparezco a tu lado’ desde el que tanto ha evolucionado, contando con el respeto generalizado de la crítica y el cariño de un público que se
entusiasma con el sumo cuidado de sus letras y sonoridad, a lo que se suma una fascinante personalidad.