El pasado viernes 20 de
febrero tuvo lugar la presentación del rodaje del nuevo trabajo del director español Álex de la Iglesia, la comedia negra ‘Mi gran noche’. La cinta estará protagonizada por el mismísimo Raphael, que vuelve a la gran pantalla tras 40 años sin
hacer cine. A la convocatoria, que tuvo
lugar en el Club Financiero Génova, acudieron gran
parte de los intérpretes que forman parte del proyecto producido por Enrique Cerezo y Telefónica Studios con la participación de Televisión Española y Canal +.
Actores veteranos como Terele Pávez, Carmen Machi,
Hugo Silva, Carlos Areces, Pepón Nieto y Santiago Segura compartirán pantalla con jóvenes talentos como Ana Polvorosa, Luis Fernández y Eduardo Casanova. Tras el tradicional photocall con el equipo, los medios asistieron a una rueda de prensa integrada por director, actores y productores del largometraje.
este proyecto es lo más parecido a un orgasmo’, bromeaba Eduardo Casanova, que se
declaró un gran mitómano de Raphael.
El actor es conocido por haber interpretado durante años el papel de
Fidel en la serie de televisión ‘Aída’. Por motivos profesionales, a la cita no pudieron asistir los actores Mario Casas y Blanca Suarez, que
completan el reparto de esta película coral que ha comenzado a a rodarse este mismo lunes en los alrededores de Madrid.
Raphael no
quiso perder la oportunidad de expresar con gran entusiasmo que, tras haber
hecho mucho cine en su juventud, al fin tenía la oportunidad de hacer reír a la
gente con un proyecto cinematográfico. ‘Mis películas siempre eran comedias
románticas donde la novia siempre se me moría al final y yo cantaba la canción
estrella’, declaró el artista que interpretará al personaje de Alphonso, una estrella que luchará por convertirse en el centro de atención por todos los
medios. A su vez, se verá obligado a competir con Adanne, un joven cantante latino interpretado por Mario Casas.
hacer lo que nosotros llamamos una comedia total, una película para que la
gente vaya al cine a disfrutar de la locura’, contaba Álex de la Iglesia. ‘Ahora
más que nunca conviene mirar las cosas con una cierta sonrisa, porque la
realidad nos devuelve una mirada demasiado hostil’, añadía el director haciendo referencia a la situación social, política y económica de la actualidad.
adentrará en la eterna y disparatada grabación de una gala de fin de año en un pabellón industrial a las afueras de Madrid en pleno
mes de agosto. Un contexto en el que la felicidad fingida se convierte en protagonista. José, el personaje interpretado por Pepón Nieto, acude como figurante a un rodaje en el que cientos de personas llevan más de una semana rodando. Mientras que de cara al público todo deben ser risas y
celebración, tras las cámaras se masca la desesperación tras días y noches de grabación sin descanso. Los números musicales se mezclarán con la comedia excéntrica en un proyecto que enloquecerá al espectador.
