EXTRA!

Una fábrica abandonada, ataviada con engranajes y relojes congelados, da la bienvenida a la Navidad del Teatro Circo Price. Por tercer año consecutivo, la magia y el espectáculo se
dan la mano en ‘Navidades Circo Price’, una función en la que lo importante es dejar volar la
imaginación.
En esta ocasión, la historia se centra en un abuelo y su nieta,
a la que transmite las inquietudes que tenían dos de sus trabajadores para
tratar de encontrar la fórmula de la Navidad perfecta.


Encajando las piezas para
hilar los números acrobáticos con el transcurso de la historia, el montaje traza un recorrido ágil y entretenido que sorprende a niños y adultos por
igual. Productores de Sonrisas vuelve a contar con un equipo artístico internacional
premiado en la Asociación de Circos de Alemania y en el Festival
de Montecarlo.

Diábolos, equilibristas y
contorsionistas exhiben su maestría en una función en la que confluyen todas
las artes escénicas. Los números destacan en técnica y puesta en escena,
brillando especialmente aquellos que con grandes estructuras recogen la espectacularidad del momento 
en un espacio tan pequeño. El globo de la muerte, donde una serie de motoristas rodean el interior de una gran bola, sirve de ejemplo.

El equipo creativo cuenta
con la dirección artística de Rob Tannion, el diseño de luces de Juanjo
Llorens
, la escenografía y vestuario de Miguel Brayda y la coreografía de
Carmelo Segura. La música, dirigida por Germán Díaz, termina por pincelar una
atmósfera totalmente sumida en el espíritu navideño que invita a los visitantes
a cantar, reír y dejarse llevar por el sentimiento de alegría que desencadena estas fechas.

El tiempo, planteado como
eje central de la historia y presente en cada uno de los elementos que
componen el guión, se establece como la respuesta a las preguntas sobre la
fórmula de la Navidad ideal. Los momentos en familia, la capacidad de compartir y el mero
hecho de estar vivos se erigen como los ingredientes secretos de la
receta de la felicidad.
Un árbol de Navidad congela
los relojes y transforma el cierre de la producción en un momento único.

Las luces del Price brillarán hasta el 10 de enero, reivindicando la
importancia de la compañía y el calor familiar.
Recomendado para
todos los públicos y deslumbrante en integrantes, estética y dirección, el
espectáculo se convierte en una fábula idónea que, además de asombrar al espectador, reivindica
el carácter olvidado de la Navidad: el hecho de disfrutarla juntos.