EXTRA! 

Quizá sean las buenas temperaturas, la desconexión, el cambio de aires, la disminución de preocupaciones o una mezcla de todo ello. Lo que está
claro es que el verano es una estación en la que se está más predispuesto a hacer
planes, a cambiar la rutina y al riesgo. Se suele
decir que es mejor arrepentirse de hacer algo que quedarse con las ganas de hacerlo, pero a
veces lo único que se consigue es meter la pata hasta el fondo.


‘Una semana en Córcega’ (‘Un moment
d’egarement’
en su versión francesa, que literalmente significa Un momento de locura’) es el remake de la película del mismo nombre de Claude Berri de 1977.  La producción
llega a los cines españoles el viernes 11 de septiembre, unos meses después que
al país vecino, donde se estrenó en junio y consiguió colocarse en el primer puesto de la taquilla.



Antoine (François Cluzet) y Laurent
(
Vincent Cassel) son dos buenos
amigos de cuarenta y tantos años con problemas conyugales que van
 a pasar una semana a la casa de playa de la
infancia de
Antoine con sus hijas Louna (Lola Le Lann) y Marie (Alice Isaaz). Mientras que
para los padres es un lugar de descanso y aventura en la naturaleza, para las
jóvenes de 17 y 18 años es un lugar donde resulta imposible conectarse a Internet. El aburrimiento se
acaba pronto con planes más divertidos: mientras que 
Marie
vive un amor de verano junto a un joven de su edad, 
Louna
 se obsesiona con el padre de su amiga. 


La atracción que siente la joven se convertirá en algo que tratarán de mantener oculto a su padre mientras que para Laurent será difícil controlar el empeño de la hija de su amigo. La cinta narra una historia contemporánea que retrata a las nuevas generaciones y su dependencia de las nuevas tecnologías, centrándose en cómo han cambiado las
relaciones y reflexionando sobre la amistad, la traición y el deseo por lo prohibido. Esta suma de elementos provocará situaciones comprometidas y divertidos malentendidos.


El director parisino Jean-François Richet, que hasta ahora había ahondado en el thriller
con películas como ‘Asalto al distrito 13’ o la biografía de la leyenda del crimen Jacques Mesrine,
añade un nuevo género a su filmografía con esta comedia realista con tintes dramáticos que involucra al espectador al mismo tiempo que le divierte.


El cineasta francés no se equivoca al
volver a confiar en Cassel (que se metió en la piel del asesino Mesrine en su anterior trabajo), representando de manera muy creíble su papel de hombre maduro que
trata de alejarse de una joven que no para de intentar seducirle. Recordado por la película ‘Intocable’, Cluzet ejerce el rol de padre severo de forma menos convincente que su compañero. La actriz Alice Isaaz (‘Los ojos amarillos de los cocodrilos’), por su parte, demuestra que juventud no significa inexperiencia y Lola Le Lann debuta en la pantalla grande aportando frescura y desinhibición.


Aunque el filme mantiene el interés de un espectador que quiere descubrir cómo
termina el enredo, el desenlace no alcanza las expectativas. La comedia cumple su función de entretener y
la pareja de actores transmiten una gran complicidad
, algo que unido a los preciosos
paisajes de la isla de Córcega son un aliciente para aquellos que se resisten a despedirse del
verano.