EXTRA!
Si considerásemos la felicidad
como la primera obligación de un ser vivo, la música balcánica de Goran Bregovic sería la banda sonora que se impondría en la vida de cualquier
persona. Así lo demostró anoche el intérprete bosnio en un increíble recital
que formaba parte de la primera jornada musical del Festival Cultura Inquieta,
donde también actuaron los estadounidense Moreland & Arbuckle.
como la primera obligación de un ser vivo, la música balcánica de Goran Bregovic sería la banda sonora que se impondría en la vida de cualquier
persona. Así lo demostró anoche el intérprete bosnio en un increíble recital
que formaba parte de la primera jornada musical del Festival Cultura Inquieta,
donde también actuaron los estadounidense Moreland & Arbuckle.
La cita dedicada el jueves
10 de julio al pop-folk arrancaba con puntualidad a las 21.00 h., cuando el
trío de Kansas aparecía en escena con un directo en el que guitarras,
armónica y bajo les sirvió para presentar los temas de su último trabajo, ‘7 cities’, destacando ‘Tall Boogie’ y una
exquisita versión del ‘Hey Mona’ de Bo Diddley. La banda de blues ofreció una actuación de 60 minutos con un espectacular sonido de raíces americanas en el que
abundaron los celestiales riffs de sus guitarras.
10 de julio al pop-folk arrancaba con puntualidad a las 21.00 h., cuando el
trío de Kansas aparecía en escena con un directo en el que guitarras,
armónica y bajo les sirvió para presentar los temas de su último trabajo, ‘7 cities’, destacando ‘Tall Boogie’ y una
exquisita versión del ‘Hey Mona’ de Bo Diddley. La banda de blues ofreció una actuación de 60 minutos con un espectacular sonido de raíces americanas en el que
abundaron los celestiales riffs de sus guitarras.
Pasadas las 22.15 h. de la noche,
los instrumentos de la Wedding & Funeral Orchestra, que forman parte de la última propuesta de Goran
Bregovic, comenzaron a sonar entre un público sorprendido. Dos trompetas, un par de trombones y un
saxo acompañaron a un cantante y percusionista junto a las hermanas Radkova,
vestidas con sus trajes tradicionales búlgaros, y al mismo Bregovic,
estrella del rock yugoslava que gira por todo el mundo con su folk balcánico
con toques de pop y rock de lo más bailable.
los instrumentos de la Wedding & Funeral Orchestra, que forman parte de la última propuesta de Goran
Bregovic, comenzaron a sonar entre un público sorprendido. Dos trompetas, un par de trombones y un
saxo acompañaron a un cantante y percusionista junto a las hermanas Radkova,
vestidas con sus trajes tradicionales búlgaros, y al mismo Bregovic,
estrella del rock yugoslava que gira por todo el mundo con su folk balcánico
con toques de pop y rock de lo más bailable.
Las canciones más tranquilas se intercalaron con alocados temas como ‘Gas Gas’ y clásicos del compositor, como ‘Bella Ciao’ y ‘Kalasnjikov’, estas últimas encargadas de poner la guinda a la noche. Entre sonidos alegres y solos de los distintos miembros del conjunto, el público llenaba el coso getafense, donde se respiraba un buen ambiente en un ejercicio de conexión ejemplar entre artistas y asistentes.
Los temas del último disco de
Bregovic, ‘Champagne for Gypsies’, primaron en una selección en la que también
hubo espacio para ‘Tales and Songs from Weddings and Funerals’; distintas
piezas de su ópera, ‘Karmen with a Happy Ending’, y hasta para el castellano con ‘Presidente’,
colaboración con Gipsy Kings en su novísimo trabajo.
Con gran entrega sobre las
tablas y un contagioso sonido que hizo bailar a todos los presentes, su
actuación fue un acierto en el cartel de un festival que ya se puede considerar como una cita clave en la programación estival de la Comunidad de
Madrid. La alegría con la que aplaudía el público tras el concierto así lo
aseguraba.
Los temas del último disco de
Bregovic, ‘Champagne for Gypsies’, primaron en una selección en la que también
hubo espacio para ‘Tales and Songs from Weddings and Funerals’; distintas
piezas de su ópera, ‘Karmen with a Happy Ending’, y hasta para el castellano con ‘Presidente’,
colaboración con Gipsy Kings en su novísimo trabajo.
Con gran entrega sobre las
tablas y un contagioso sonido que hizo bailar a todos los presentes, su
actuación fue un acierto en el cartel de un festival que ya se puede considerar como una cita clave en la programación estival de la Comunidad de
Madrid. La alegría con la que aplaudía el público tras el concierto así lo
aseguraba.