EXTRA!
De un tiempo a esta parte hemos podido apreciar una sutil vuelta a lo clásico en el género de terror. Hollywood parece empeñarse en producir remakes
de películas de culto generando opiniones encontradas al respecto. ¿Hasta qué punto un remake puede acercar grandes títulos a las nuevas generaciones? Tal vez en la respuesta a esta cuestión sea donde la industria americana encuentre su justificación.
‘Poltergeist’ no podía quedarse fuera de esta nueva
ola y tres décadas después de que Steven Spielberg produjera la
cinta mítica de Tobe Hooper, el director británico Gil Kenan quita el polvo a los espíritus
de los 80 para llevarlos de nuevo a la gran pantalla con una película
de menor metraje pero idéntico nombre que llega a las salas españolas este viernes 22 de mayo.
ola y tres décadas después de que Steven Spielberg produjera la
cinta mítica de Tobe Hooper, el director británico Gil Kenan quita el polvo a los espíritus
de los 80 para llevarlos de nuevo a la gran pantalla con una película
de menor metraje pero idéntico nombre que llega a las salas españolas este viernes 22 de mayo.
El largometraje arranca con la mudanza de los Bowen a un
nuevo vecindario a las afueras de la ciudad.
Eric (Sam Rockwell), el padre de familia, ha perdido su
trabajo, pero a pesar de los apuros económicos, él y su mujer Amy (Rosemarie DeWitt) intentan mantener el tipo. Cuando aún no han terminado de adaptarse al nuevo hogar, una serie de
experiencias paranormales comenzarán a ocurrir, teniendo como principales víctimas a los hijos de la familia: Kendra (Saxon Sharbino), Griffin (Kyle Catlett) y la pequeña Madison (Kennedi Clements). Tras la desaparición en extrañas circunstancias de esta última, se verán obligados pedir
ayuda para traerla de vuelta.
nuevo vecindario a las afueras de la ciudad.
Eric (Sam Rockwell), el padre de familia, ha perdido su
trabajo, pero a pesar de los apuros económicos, él y su mujer Amy (Rosemarie DeWitt) intentan mantener el tipo. Cuando aún no han terminado de adaptarse al nuevo hogar, una serie de
experiencias paranormales comenzarán a ocurrir, teniendo como principales víctimas a los hijos de la familia: Kendra (Saxon Sharbino), Griffin (Kyle Catlett) y la pequeña Madison (Kennedi Clements). Tras la desaparición en extrañas circunstancias de esta última, se verán obligados pedir
ayuda para traerla de vuelta.
Bajo la clara supervisión de Sam Raimi,
que parece estar presente en la mayoría de las escenas, el director de fotografía español Javier Aguirresarobe ofrece más de un plano
interesante que ayuda a mantenerse dentro de la historia sin poder apartar la vista de la pantalla. David Lindsay-Abaire firma un guión basado en
el film de 1982 con un ritmo más acelerado en el que el cuidado de los detalles queda relegado a un segundo plano.
que parece estar presente en la mayoría de las escenas, el director de fotografía español Javier Aguirresarobe ofrece más de un plano
interesante que ayuda a mantenerse dentro de la historia sin poder apartar la vista de la pantalla. David Lindsay-Abaire firma un guión basado en
el film de 1982 con un ritmo más acelerado en el que el cuidado de los detalles queda relegado a un segundo plano.
Uno de los elementos con más peso en esta revisión reside en una acertada banda sonora llevada a cabo por el compositor alemán conocido por sus colaboraciones con Ridley Scott, Marc Streitenfeld. Apostando por el sobresalto a partir de los efectos de sonido, la película consigue
que el público dé algún que otro bote en la butaca. A nivel interpretativo destaca un secundario Jared Harris que asciende a coprotagonista en el papel del médium Carrigan Burke, un hombre que disfruta de su trabajo y aporta un toque divertido a la trama mientras cuenta con pasión sus anécdotas con lo paranormal.
que el público dé algún que otro bote en la butaca. A nivel interpretativo destaca un secundario Jared Harris que asciende a coprotagonista en el papel del médium Carrigan Burke, un hombre que disfruta de su trabajo y aporta un toque divertido a la trama mientras cuenta con pasión sus anécdotas con lo paranormal.
Una revisión entretenida
y carismática en la que los fanáticos de la cinta original no encontrarán algo más
allá de un buen homenaje o un intento de adaptar la historia al siglo XXI para disfrute de las nuevas generaciones. Sin dejar de honrar a la
original, nada nuevo bajo el sol.