EXTRA!
'Iphigenia en Vallecas' en el Teatro Kamikaze



‘Esta noche estáis todos aquí para darme las gracias’. Con esta frase se dirige María Hervás a un público desconcertado al comienzo de ‘Iphigenia en Vallecas’. ¿Darle las gracias a una mujer quinqui, barriobajera y medio borracha que está en escena? Nadie entiende nada, aunque todo comienza a tomar forma en cuanto la actriz comienza a desarrollar uno de los monólogos feministas y de tinte social más prodigiosos que jamás se hayan visto sobre las tablas. 

El aplaudido monólogo regresa con la misma fuerza con la que se estrenó en el año 2017 en el ambigú del Teatro Kamikaze, sorprendiendo a propios y extraños, pasando a la sala principal tras haber conseguido premios tan importantes como el de mejor espectáculo revelación y el de mejor actriz protagonista en la última edición de los Premios Max, así como el de mejor actriz protagonista otorgado por la Unión de Actores


Iphi, que regresó a escena el pasado 4 de julio, puede presumir de agotar entradas cada noche. Y no es para menos. A pesar de que llenar un espacio cultural de la capital es complicado en verano, son muchos los que repiten y los que se acercan a comprobar si es cierto que esta es una de las interpretaciones más impactantes de los últimos años. Tanto unos como otros se enfrentan a la historia de una mujer que sufre por culpa de todos ellos.

La pieza es el resultado de una adaptación que la propia Hervás realiza de la obra ‘Iphigenia in Splott’ de Gary Owen, trasladando la historia de manera magistral al barrio madrileño de Vallecas, aunque en realidad represente lo que ocurre en sitios de toda España. Iphi es una joven que sobrevive a duras penas, que no tiene oficio ni beneficio y que prácticamente se pasa la noche borracha y el día de resaca. Sin embargo, todo ello esconde un trasfondo que Hervás va desarrollando a lo largo de la casi hora y media que dura la representación, mostrando a una mujer que pasa por todos los estados de ánimo posibles: del enfado a la rabia, del enamoramiento a la desilusión, de la incredulidad al miedo…

María Hervás es Iphigenia

No se exagera al afirmar que el espectador ríe y llora por igual con la inolvidable actuación de la intérprete madrileña, que se deja la piel y, sobre todo, el corazón sobre las tablas. Y el espectador con ella. Si la Iphigenia griega tuvo que ser sacrificada por el bien común por mandato de su propio padre, nuestra Iphigenia vallecana sufre a razón de los recortes de la España actual.


Hasta aquí podemos contar para no destripar la trama. No obstante, es preciso destacar la aplaudida dirección de Antonio C. Guijosa, que logra impregnar la obra del mensaje que quiere transmitir Hervás en un desgarrador e inolvidable discurso que consigue que el espectador abandone la sala sobrecogido, reflexionando sobre lo que acaba de ver en el teatro y lo que ocurre en el país en el que vive.


Se puede disfrutar de ‘Iphigenia en Vallecas’ hasta el próximo 26 de julio, con una entrada general a 16 euros. Eso sí: llévate un abanico y una botella de agua para sobrellevar el calor que hace en la sala. Poco sacrificio al lado del que Iphi hace por todos nosotros. ¿O quizá no? Hay que descubrirlo en directo. Probablemente, el monólogo de Hervás sea el gran acontecimiento teatral de la temporada.