EXTRA!
Me lo advirtió una amiga mientras tomábamos un café por el centro: ‘es la única fecha en España y probablemente te encuentres con una cola impresionante y un buen número de niñas de 18 años’. No me fié de ella y unas horas después fui uno más entre la multitud de chicas de instituto que esperaba para disfrutar de ‘The Script’ en la Sala San Miguel del Palacio de Vistalegre. A 30 euros la entrada, mejor no buscar la calculadora para averiguar la recaudación de aquella noche. Lo que sí podemos deciros es que pasamos un frío considerable hasta que accedimos al interior, tras una hora de espera.
‘The Script’ es un grupo irlandés que, desde la publicación de su disco debut en 2008, no ha dejado de cosechar éxitos y colocarse en lo más alto de las listas de éxitos. Con cinco millones de copias vendidas y tres álbumes en el mercado, el grupo convocó a sus fans españoles el viernes 1 de febrero en el Palacio de Vistalegre en la que fue la única cita de la gira actual.
Según su vocalista, Danny O’Donoghue, salió al escenario poco después de las 21.30 h., pudo comprobarse la pasión desbocada de su público, en su mayoría jovencitas de entre 18 y 20 años, así como algunas más mayores, acompañadas del novio de turno con las letras del grupo bien estudiadas.
Aunque llegaron a Madrid para presentar ‘#3′, su último trabajo, con lo que el público más disfrutó fue con temas clásicos como ese bombón que es ‘The Man Who Can’t Be Moved’. Guste más o menos, lo cierto es que buceando entre sus canciones uno puede toparse con composiciones nada desdeñables, como ‘Six Degrees Of Separation’ o ‘Hall of Fame’, con la que la banda cerró la noche ante más de 2000 personas.
Reseñable, igualmente, la cercanía del grupo con su público, a quien se dirigió en un buen número de ocasiones. Jugaron con el sostén de una fan y Danny cantó ‘Nothing’ por teléfono a una seguidora para más tarde mezclarse entre los asistentes mientras sonaba ‘You won’t feel a thing’, ya cerca del final.
Sonaron 14 temas en un concierto que se hizo bastante breve, aunque lo cierto es que supieron jugar sus cartas durante la hora y media que duró la actuación.