EXTRA!

La idea de que una imagen vale más que mil palabras ha
sido defendida y refutada a partes iguales a lo largo de los años.
Los mismos
que la literatura, la ilustración y la música pelean por ganar ese recuerdo
inhóspito en lo más profundo de la memoria, para quedarse protegidos y remover
las emociones con la más leve llama que les eleve a su reconocimiento.


Benjamin Lacombe es un joven ilustrador que, con apenas
32 años, ha logrado crear un estilo propio que reivindica los cuentos como la
representación de la melancolía.
Tras iniciar su carrera con títulos infantiles como Caperucita Roja, su trabajo ha ido tomando importancia al colaborar con escritores como Mathias Malzieu, gracias a los que se ha ido ganando un nombre a nivel
internacional.


Desarrollando su maestría ante el papel, el también escritor francés ha indagado en
técnicas como el gouache, el lápiz y el grafito, las acuarelas y la pintura al
óleo. Ha ilustrado a genios de la literatura como Perrault, Victor
Hugo o Edgar Allan Poe
, y en su último álbum (diez metros
desplegables en forma de biombo) retrata, de un modo más dramático y personal, la historia de Madama Butterfly.
Basada en el libro de Pierre Loti ,’Madama
Crisantemo’
, inmortalizada en la ópera de Puccini, la historia narra las desdichas de
una joven geisha japonesa que se enamora de un oficial americano que acaba abandonándola para volver a su país.


Desplegando en sus bocetos una gran intimidad y precisión, Lacombe presenta unos
personajes frágiles y quebradizos, rodeados de diferentes tonalidades y
detalles
. La pasión y el
enamoramiento se tiñen con suaves tonos rojizos y una efusividad redundante en los
trajes. La tristeza y la desazón se dirigen a un ámbito muchísimo más trágico, pincelando en las lágrimas la oscuridad presente en el interior de los
personajes.


Los tonos amarillos, azules, rojos y negros se funden en la
marea de emociones que reflejan las ilustraciones.
Focalizando especialmente en
la figura de las mariposas (ya explorada en su reinterpretación de ‘Los amantes mariposa’), el artista
transforma el abatimiento y la nostalgia en el leve batir de las translúcidas
alas del animal que titula la ópera.


El Museo ABC cuenta, además, con la presencia de tres
esculturas realizadas en polímero, muaré y acrílico que revelan la destreza
del polifacético autor
. Definidas con escrupuloso mimo, reflejan la debilidad en sus posturas y la exquisitez en los tejidos de sus ropas que, realizadas a mano, muestran la pulcritud del acabado. 



Con más de 20 ilustraciones reales, bocetos
desplegables y el añadido de poder disfrutar del arte de la escultura
,
el espacio cultural acoge la exposición del 21 de noviembre de 2014 al 1 de marzo de 2015, fechas entre las que acercarse a conocer el trabajo de uno de los jóvenes ilustradores con más proyección internacional. Una muestra en la que ser testigos de cómo la música, la ilustración y la literatura se convierten en cómplices
cuando la magia desdobla su condición.