EXTRA!



El auge de los grupos
independientes nacionales es un hecho innegable en el panorama musical español
de los últimos años. Eso lo sabe bien El Columpio Asesino, que tras el sold out del pasado 14 de noviembre en la Sala But de la capital, repitió
directo el 28 del mismo mes,
esta vez teloneados por Trajano!, que calentó la noche con los temas de ‘Antropología’.


El quinto disco de los
pamploneses, ‘Ballenas muertas en San Sebastián’, se convirtió en protagonista
de un repertorio con importantes dosis electrónicas
que arrancó con ‘Babel’ entre un considerable despliegue de luces que se impuso durante toda
la actuación. Poco después aparecía La China Patino de Cycle dejándose la piel
sobre el escenario con ‘La lombriz de tu cuello’.


Aunque es innegable que
el trío conformado por ‘Diamantes’, ‘Perlas’ y la bailadísima ‘Toro’ son las piezas clave de toda actuación de la banda,
el grupo mantiene sonriente y en constante movimiento a sus seguidores, que vibran con el synthpunk frenético que les caracteriza entre mensajes crípticos y ritmos desquiciados. El guitarrista
de León Benavente, Luis Rodríguez, acompañó a la formación en la interpretación
de ese himno en el que se ha convertido ‘Toro’, tema más celebrado de la
cita.


Más tarde, ya en los
bises, el vocalista de León Benavente, Abraham Boba, se subió al escenario
mientras el grupo amenazaba con dejar rendido a más de uno con canciones como ‘Corazón
anguloso’
, ‘La marca en nuestra frente es la de Caín’ y ‘Un arpón de grillos’. Los
sintetizadores suenan más potentes que nunca mientras las voces de Álbaro
Arizaleta y Cristina Martínez se turnan para hacer vibrar a todos los
presentes.

Es prácticamente
imposible quedar indiferente ante el frenesí que El Columpio Asesino lleva
transmitiendo con su música desde 1999, tiempo durante el que la banda ha
sabido jugar bien sus cartas, conjugando provocación y surrealismo en sus
trabajos de estudio. El ímpetu con el que sacuden por igual grandes festivales
que salas de toda la geografía española les convierte en una apuesta a caballo
ganador con la que liberar adrenalina mientras se grita contra la crisis del sistema entre crudas metáforas
que claman por una más que
necesaria solución.


Los agradecimientos de
Cristina al público fiel de la banda dieron paso a un cierre protagonizado por ‘Floto’ y el sonido punk minimalista de una formación que tiene en el eclecticismo una de las claves de su éxito. Muy
equivocados están los que les juzgan como carne de un one-hit wonder con una discografía tan interesante como experimental.