EXTRA!
Un ser diabólico con jarrones por extremidades y mirada
vacía engulle a un hombre desnudo. Cerca, un soldado con coraza es devorado
por extraños reptiles, lanzando un llanto eterno. Al lado, varias personas son
atormentadas con gigantes instrumentos musicales, como si fueran máquinas de
tortura. Y un gran hombre-árbol observa la escena con detenimiento pero
aparente indiferencia. A poca distancia, en un luminoso lago,
varios humanos se abandonan a los placeres de la carne, comiendo jugosos frutos
rojos, mientras son acompañados por coloridas aves del paraíso.
Este alucinante contraste de mundos llenos de criaturas
esperpénticas pero plagados a la vez de humanos entregados al pecado o siendo
martirizados por ello, surgió hace cinco siglos de la genial mente y pinceles del
pintor holandés Jheronimus Bosch, conocido en España como El Bosco. Las escenas de ‘El jardín de las delicias’ llevarían a la obra a convertirse en una de las más
estudiadas y aclamadas de la historia del arte desde un primer momento. Hijo y nieto de pintores, sigue siendo uno de los autores más envueltos en
el misterio: sus obras no están fechadas, la autoría de algunos de sus cuadros
es discutida y su iconografía onírica permite mil interpretaciones.
esperpénticas pero plagados a la vez de humanos entregados al pecado o siendo
martirizados por ello, surgió hace cinco siglos de la genial mente y pinceles del
pintor holandés Jheronimus Bosch, conocido en España como El Bosco. Las escenas de ‘El jardín de las delicias’ llevarían a la obra a convertirse en una de las más
estudiadas y aclamadas de la historia del arte desde un primer momento. Hijo y nieto de pintores, sigue siendo uno de los autores más envueltos en
el misterio: sus obras no están fechadas, la autoría de algunos de sus cuadros
es discutida y su iconografía onírica permite mil interpretaciones.
La fascinación en torno a El Bosco lo convierten en uno de los
artistas que mayor interés despierta de forma habitual en las salas del Museo Nacional del Prado, compitiendo con grandes maestros españoles como Francisco de Goya y Diego Velázquez. Aunque Jheronimus Bosch
siempre vivió en la localidad holandesa de ‘s-Hertogenbosch, se diría que el
público incluso lo siente español por el hecho de que gran parte de su obra
resida en España desde el siglo XVI, gracias al empeño de Felipe II por
hacerse con sus pinturas.
artistas que mayor interés despierta de forma habitual en las salas del Museo Nacional del Prado, compitiendo con grandes maestros españoles como Francisco de Goya y Diego Velázquez. Aunque Jheronimus Bosch
siempre vivió en la localidad holandesa de ‘s-Hertogenbosch, se diría que el
público incluso lo siente español por el hecho de que gran parte de su obra
resida en España desde el siglo XVI, gracias al empeño de Felipe II por
hacerse con sus pinturas.
Por todo ello, los responsables de la prestigiosa pinacoteca madrileña
sabían que este 2016, año en el que se cumple el quinto centenario de la muerte del maestro flamenco, debían realizar una magna conmemoración que sólo con una dilatada planificación podrían ejecutar. ‘No se ha hecho
a golpe de efeméride ni es fruto de la improvisación. El Museo del Prado
lleva dos décadas preparándose para esta exposición; si no, hubiera sido imposible presentar su obra restaurada y en tan extraordinarias
condiciones’, confiesa enorgullecido el director adjunto de
conservación e investigación de la institución pictórica, Miguel Falomir. En efecto, se
presentan con lavado de cara dos importantes obras del artista: ‘Las
tentaciones de San Antonio’ y ‘La adoración de los magos’, acondicionadas por
los reputados talleres de restauración del Prado.
sabían que este 2016, año en el que se cumple el quinto centenario de la muerte del maestro flamenco, debían realizar una magna conmemoración que sólo con una dilatada planificación podrían ejecutar. ‘No se ha hecho
a golpe de efeméride ni es fruto de la improvisación. El Museo del Prado
lleva dos décadas preparándose para esta exposición; si no, hubiera sido imposible presentar su obra restaurada y en tan extraordinarias
condiciones’, confiesa enorgullecido el director adjunto de
conservación e investigación de la institución pictórica, Miguel Falomir. En efecto, se
presentan con lavado de cara dos importantes obras del artista: ‘Las
tentaciones de San Antonio’ y ‘La adoración de los magos’, acondicionadas por
los reputados talleres de restauración del Prado.
No menos destacado es el hecho de contar con numerosas
pinturas y dibujos del autor, de su taller y de alguno de sus seguidores,
traídas ex profeso de Venecia,
Berlín, Kansas, Lisboa o Nueva York. Es esta, por tanto, una oportunidad única y probablemente irrepetible de visualizar -reunida bajo un mismo techo- la
práctica totalidad de la producción de El Bosco. Así, supone un verdadero lujo el poder disfrutar en España
del tríptico de ‘Las tentaciones de san Antonio Abad’ (proveniente del Museu
Nacional de Arte Antiga de Lisboa), el ‘San Juan Evangelista en Patmos’
(llegado desde el Staatliche Museen zu Berlin) o deleitarse con las cuatro
tablas de ‘Visiones del Más Allá’ (de la Gallerie dell’Accademia de Venecia).
pinturas y dibujos del autor, de su taller y de alguno de sus seguidores,
traídas ex profeso de Venecia,
Berlín, Kansas, Lisboa o Nueva York. Es esta, por tanto, una oportunidad única y probablemente irrepetible de visualizar -reunida bajo un mismo techo- la
práctica totalidad de la producción de El Bosco. Así, supone un verdadero lujo el poder disfrutar en España
del tríptico de ‘Las tentaciones de san Antonio Abad’ (proveniente del Museu
Nacional de Arte Antiga de Lisboa), el ‘San Juan Evangelista en Patmos’
(llegado desde el Staatliche Museen zu Berlin) o deleitarse con las cuatro
tablas de ‘Visiones del Más Allá’ (de la Gallerie dell’Accademia de Venecia).
Es digna de destacar la distribución de las
piezas de una muestra abierta al público hasta el 25 de septiembre, tras prorrogar fechas y ampliar horarios debido a los más de 600.000 visitantes que ya la han visitado. Debido a la dificultad para datar las pinturas, el
recorrido es guiado a través de seis secciones diferenciadas por temáticas y documentadas con una completa guía de mano o una
audioguía (coste extra). Además, la mayoría de los trípticos se muestran aislados para poder
ver las grisallas del exterior, como pasa con ‘El jardín de las delicias’ o ‘El carro de heno’.
En algún caso incluso se ofrece la radiografía de las obras, que permite
mostrar el dibujo subyacente del pintor al planificar los cuadros. Se comprueba
así una preparación mimada para una exposición que debe disfrutarse con detenimiento, dedicándole no menos de una hora y media, acercándose
a las obras para observar todos sus detalles.
La muestra, comisariada por la jefa del Departamento de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte (1400-1600) y Pintura Española (1100-1500) del Museo del Prado Pilar Silva Maroto, se ha complementado con un amplio
abanico de actividades y materiales. En primer lugar, encontramos el fabuloso
catálogo de la exposición, que desgrana a lo largo de 400 páginas cada detalle
de las obras del artista, así como su actualizada biografía y la iconografía y
valores moralizantes que transmiten sus cuadros. Las criaturas y personajes de
tres pinturas de El Bosco se reencarnan juntas en el cómic ‘El tríptico de los encantados (Una pantomima bosquiana)’, creado para la ocasión por el Premio Nacional
de Cómic Max.
piezas de una muestra abierta al público hasta el 25 de septiembre, tras prorrogar fechas y ampliar horarios debido a los más de 600.000 visitantes que ya la han visitado. Debido a la dificultad para datar las pinturas, el
recorrido es guiado a través de seis secciones diferenciadas por temáticas y documentadas con una completa guía de mano o una
audioguía (coste extra). Además, la mayoría de los trípticos se muestran aislados para poder
ver las grisallas del exterior, como pasa con ‘El jardín de las delicias’ o ‘El carro de heno’.
En algún caso incluso se ofrece la radiografía de las obras, que permite
mostrar el dibujo subyacente del pintor al planificar los cuadros. Se comprueba
así una preparación mimada para una exposición que debe disfrutarse con detenimiento, dedicándole no menos de una hora y media, acercándose
a las obras para observar todos sus detalles.
La muestra, comisariada por la jefa del Departamento de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte (1400-1600) y Pintura Española (1100-1500) del Museo del Prado Pilar Silva Maroto, se ha complementado con un amplio
abanico de actividades y materiales. En primer lugar, encontramos el fabuloso
catálogo de la exposición, que desgrana a lo largo de 400 páginas cada detalle
de las obras del artista, así como su actualizada biografía y la iconografía y
valores moralizantes que transmiten sus cuadros. Las criaturas y personajes de
tres pinturas de El Bosco se reencarnan juntas en el cómic ‘El tríptico de los encantados (Una pantomima bosquiana)’, creado para la ocasión por el Premio Nacional
de Cómic Max.
Para el público general también existe un ciclo de conferencias todos los miércoles,
sábados y domingos; y cada jueves se
proporcionan charlas didácticas para descubrir las claves de la exposición. Además, junto a las dos salas que recogen la muestra, del 4 de julio al 2 de octubre, se encontrará la videoinstalación ‘Jardín Infinito’, una experiencia inmersiva de media hora que permitirá al espectador adentrarse en la obra del maestro holandés y compartir el cielo y el infierno con sus criaturas.
sábados y domingos; y cada jueves se
proporcionan charlas didácticas para descubrir las claves de la exposición. Además, junto a las dos salas que recogen la muestra, del 4 de julio al 2 de octubre, se encontrará la videoinstalación ‘Jardín Infinito’, una experiencia inmersiva de media hora que permitirá al espectador adentrarse en la obra del maestro holandés y compartir el cielo y el infierno con sus criaturas.
Mención especial requiere el documental cinematográfico ‘El Bosco: El jardín de los sueños’ de José Luis López Linares, estrenado el pasado 9 de
junio en más de 70 salas a nivel mundial. Se trata de una narración de hora y media
sobre ‘El jardín de las delicias’, guiada por expertos en historia del arte,
pero también con la emotiva interpretación de pintores, escritores,
músicos y filósofos. Un acercamiento a la vida de Jheronimus Bosch, y a toda la
iconografía de su obra más famosa llevado a cabo por influyentes pensadores
y artistas. Con una banda sonora alejada de lo esperado y que encaja a la
perfección, el documental rodado en 4K pretende, en palabras de sus creadores, ‘convertir la sala de cine en una sala más de la exposición’.
junio en más de 70 salas a nivel mundial. Se trata de una narración de hora y media
sobre ‘El jardín de las delicias’, guiada por expertos en historia del arte,
pero también con la emotiva interpretación de pintores, escritores,
músicos y filósofos. Un acercamiento a la vida de Jheronimus Bosch, y a toda la
iconografía de su obra más famosa llevado a cabo por influyentes pensadores
y artistas. Con una banda sonora alejada de lo esperado y que encaja a la
perfección, el documental rodado en 4K pretende, en palabras de sus creadores, ‘convertir la sala de cine en una sala más de la exposición’.
En conjunto, el quinto centenario del maestro holandés supone una fastuosa
celebración, maravillosamente coreografiada con multitud de actividades de la
obra de uno de los artistas más enigmáticos e influyentes del Renacimiento. Quinientos años después de su muerte, El Bosco sigue fascinando tanto al público como a los entendidos por la visión única de
los grandes temas religiosos que sus pinturas aportaron a la historia del arte. Se trata, sin ninguna duda, de la exposición más importante del año en la capital.
celebración, maravillosamente coreografiada con multitud de actividades de la
obra de uno de los artistas más enigmáticos e influyentes del Renacimiento. Quinientos años después de su muerte, El Bosco sigue fascinando tanto al público como a los entendidos por la visión única de
los grandes temas religiosos que sus pinturas aportaron a la historia del arte. Se trata, sin ninguna duda, de la exposición más importante del año en la capital.