EXTRA!
Aún hay muchos detalles de nuestra historia que desconocemos y que,
posiblemente, nunca lleguemos a descubrir. La Segunda Guerra Mundial guarda grandes
secretos que no verán la luz, ya que la mayoría de sus protagonistas ya no están entre nosotros.
Hechos que marcaron nuestros días y grandes héroes
que se mantuvieron en la sombra y que han quedado en el olvido. Quizá el ahora se hubiera escrito de otra forma sin ellos. Por suerte, el cine los rescata, extrae hechos históricos e intenta dar
una explicación plausible a lo desconocido.

Esta misma labor es la que el director
alemán Volker Schlöndorff realiza en su último largometraje, ‘Diplomacia’, que
llega a la cartelera española el 14 de noviembre. Una coproducción franco-alemana
que se ha hecho, de momento, con dos premios en la Seminci de Valladolid, el de mejor director y mejor actor gracias
al trabajo realizado por el francés Niels
Arestrup.

Esta
adaptación de la obra de teatro del escritor Cyril Gely juega con un diálogo elegante y audaz para
dar sentido a lo acontecido en la noche del 25 de agosto de 1944, cuando París
se vio envuelta en multitud de explosivos por deseo expreso de Hitler.
Con las tropas aliadas llegando
a la ciudad, el gobernador militar nazi Dietrich
von Choltitz (Niels Arestrup)
tiene todo dispuesto para volar la cuna del
arte, mientras que el cónsul sueco Raoul
Nordling (André Dussollier)
pone todo su empeño para impedírselo.

El resultado ya lo conocemos, pero, en esta
ocasión, no es lo que importa. El mayor
disfrute de la producción es ver cómo los dos actores mantienen una contienda verbal
que se desarrolla al margen de las trincheras.
Aunque han interpretado el
mismo papel en numerosas ocasiones, convierten una suposición en una posibilidad muy creíble.
Un majestuoso Arestrup nos hace sentir
el peso de su rango y el cómo la decisión que tome cambiará su vida y el
transcurso de la historia, convirtiéndole en héroe o villano.

Por su parte, Dussollier aporta un toque de gracia con su personaje, enredando al
gobernador con las indiscreciones que cometía Napoleón con su amante, poniéndole entre la espada y la pared para encontrar alguna grieta en su
oponente. Gracias a ellos, no hay cabida
para la sobreactuación, siendo la gran solidez de la cinta el mayor premio
que ha podido obtener Schlöndorff.

Aunque el argumento peca de extrema sencillez, la
tensión aumenta de forma gradual hasta llegar a un desenlace a
contrarreloj. Sin más escenarios que la habitación de un hotel, puede ser que en algunos momentos el público lo encuentre
tedioso. No obstante, el diálogo
engancha y absorbe en una trama que se ve acompañada por magníficos planos de París e imágenes de archivo del conflicto 
que
dan un respiro a la claustrofóbica habitación de ornamentos sobrecargados.


‘Diplomacia’ rescata a dos héroes
olvidados de la Segunda Guerra Mundial a través de un punto de vista distinguido que intenta dar sentido a lo que sucedió durante la supuesta última noche de
París. Todo un placer ver una lucha
interpretativa entre dos grandes actores que llevan a lo más alto el arte de la interpretación.