EXTRA!



La primera cualidad de
un político es un buen oído. En una época en la que las plazas se llenan de
ciudadanos luchando por sus derechos y los ideales se defienden en nuevos
partidos que llegan pisando fuerte, La Joven Compañía presenta una
revisión del clásico de Lope de Vega ‘Fuente Ovejuna’, en el que la dirección de
José Luis Arellano y la versión de Juan Mayorga tienen mucho que ver a la hora
de poner en escena el levantamiento contra el abuso de poder llevado a cabo por un
pueblo en tiempos de los Reyes Católicos.


Durante 75 intensos
minutos, la compañía formada por jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y
los 25 años – que centran buena parte de sus esfuerzos en realizar funciones matinales
para estudiantes de secundaria y bachillerato (250 alumnos por pase) de toda la
Comunidad de Madrid – toman la palabra del autor clásico liberando sobre las tablas
una energía sobrecogedora que reúne la esencia de un texto que habla de
opresión y ansias de justicia.

El montaje, que
permanecerá en el Teatro Conde Duque hasta el próximo 30 de abril, puede
presumir de postularse como la adaptación que mejor conectará con el público
joven debido a elementos como una imponente escenografía experimental con
ecos de Tomaz Pandur
en la que una cámara cenital muestra la violencia del comendador y de la Orden de Calatrava ante la resignación de un
pueblo que se acaba sublevando.


La danza y la música,
que bien podría interpretar la multitudinaria orquesta de bodas y funerales del
serbio-bosnio Goran Bregovic, dejan respirar por momentos a los actores en una pieza
en la que el trabajo físico tiene una gran relevancia, algo que sirve para
ratificar el talento de un elenco formado por 10 intérpretes entre los que destacan Jaime Lorente en el papel
de Fernán Gómez de Guzmán, el Comendador, y las dos únicas actrices del
montaje, Elena Mocejón y Carolina Yuste
, que juntas entregan algunos de los
diálogos más enérgicos de la producción.

El verso de Lope de
Vega
se mantiene, prescindiendo de algunos fragmentos con el objetivo de dar
mayor dinamismo al texto, haciéndolo más accesible al espectador adolescente,
que se sorprende desde su butaca por la vigencia de la historia. El honor, el
poder de la colectividad y el machismo son algunos de los temas que se tratan
en el montaje con el que la prestigiosa compañía finaliza temporada.
El respeto a la
voluntad popular se impone a la fuerza en una obra cruda en la que su brevedad hace
que el ritmo se mantenga, haciendo que el espectador permanezca atento en todo momento. La
tierra, el agua y el metal son elementos cruciales en una versión de ‘Fuente Ovejuna’ que hace pensar en utopías mientras vemos ante nuestros ojos que el poder se
limita a cambiar de manos sin que importe el contexto histórico.