EXTRA!



Madrid
se despide de la primavera por todo lo alto con uno de los eventos más
esperados de la temporada. El festival Mad Cool celebró su primera
edición del 16 al 18 de junio con cifras que han superado los
30.000 asistentes diarios en un emplazamiento perfecto para la ocasión, el estadio multiusos situado en el barrio de San Fermín La Caja
Mágica.
 
Junto a un potente cartel repartido en seis escenarios, se sumaron una variada zona de
restauración, una cita especial del Mercado de Diseño, una galería de arte, sala de cine, atracciones y diferentes áreas de descanso. 
La colorida decoración de todo el recinto recibió a un público de
lo más variopinto que compartió momentos de gran emoción, muchos de ellos
inolvidables, bajo luces de neón y sobre un comentado suelo que soportó sin problemas la primera edición de una cita que ha llegado pisando fuerte.


¡SOMOS
LOS WHO! 
Asistencia del jueves: 34.278 personas.

Los
conciertos de los ingleses Rat Boy y la española Alondra Bentley fueron los
primeros de la tarde del jueves, aunque buena parte de los asistentes arrancaron la jornada de la mano de la joven
promesa británica Tom Odell en el tercer escenario, que entregó un potente directo al piano con temas tan celebrados como su revolucionario ‘Another love’.
 
El caos inicial no ensombreció la
actuación de la banda catalana
Manel en el pabellón Avalon, que repasó ‘Jo competeixo’, trabajo con el que se posicionaron en el número 1 en la lista de ventas en España, sin olvidarse de clásicos como ‘Benvolgut’ y la bailable ‘Teresa Rampell’. Con una puntualidad asombrosa, el indie rock de The Kills no se hizo esperar. Su
decadente atmósfera cautivadora se desplegó desde su inicio con
‘No Wow’ para dar paso a algunos de sus temas más reclamados, como ‘Heart of a dog’ o ‘Doing
it to death’
y presentar su quinto disco de estudio, ‘Ash & Ice’.

Aclamados desde el primer minuto por miles de impacientes seguidores, la banda británica de rock – icono de la música del siglo XX – The Who, salió a escena mientras una proyección repasaba la
trayectoria del mítico grupo en la escena mod. Una cita histórica en la
capital con lleno absoluto en la que se pudieron escuchar himnos como ‘Who are
you’, ‘Baba O’Riley’ o el indispensable ‘My generation’, con el que el público
enloqueció.
Es posible que los gritos desgarrados del cantante Pete Townshend
ya no sean los de antes, pero cumplieron las expectativas con el intimista ‘Love,
reign o’er me’
y ‘See me, feel me’ y su apoteósico final. Imágenes de la
simbólica película ‘Quadrophenia’ surgieron al son de ‘The kids are alright’, sin olvidarse de los más jóvenes al dedicarles ‘You better
you bet’
.


La decepción de la noche fue la banda de rock alternativo
Garbage, que no pisaba la capital desde su gira del 98.
Pese a la calidad de los
instrumentos, su agotada líder, la británica Shirley Manson, solicitó la
participación de los asistentes en más de una ocasión para controlar su fatiga.
Sin permitir que las primeras filas la rozaran, la vocalista intentó
compensarlo con sus elogiadoras palabras hacia Madrid y clásicos como ‘Push it’ y el tema que hizo que la banda saltara a la fama, ‘Only happy when it rains’. Sin embargo, la mayor
parte del setlist estuvo dedicado a la presentación de su nuevo disco, ‘Strange little birds’, que salió a la venta una semana antes.

Casi
al mismo tiempo, el eufórico ambiente de psicodelia pop creado por los británicos Django Django dio
pie a un completo repaso a su discografía, donde no faltaron ‘First
Light’
y ‘Shake and Tremble’ para gozo de una atestada pista que dejó en el
exterior a diversos seguidores obligados a esperar su turno
como consecuencia del continuo control de aforo. ‘Munich’ y ‘Papillon’ sonaron en el escenario Matusalem a
cargo de uno de los grupos más importantes de la escena indie, los ingleses Editors, que entregaron uno de los mejores directos de la jornada. El cantante Tom
Smith se sentó al piano en ‘The racing rats’ en una emotiva
introducción que contrastó con las guitarreras ‘A ton of love’ o ‘Formaldehyde’
y con el decorado de corte industrial acompañado de grandes ventiladores.

El
broche final corrió a cargo de los madrileños Vetusta Morla, que iniciaron su espectáculo con ‘Lo que te hace grande’, acompañados de una puesta en escena
minimalista y llamativos juegos de luces que continuaron en ‘La
deriva’
. El público, totalmente entregado, coreó las canciones que entonaba
un imparable Pucho, que lo dio todo en las míticas ‘Valiente’, ‘Fuego’, la combativa ‘Sálvese quien pueda’ y la esperada ‘Copenhague’
. El impecable sonido de la banda concluyó una intensa jornada que culminó con ‘Los días raros’, que el vocalista dedicó a la ilusión necesaria para encarar
la vida.

SEXO,
PSICODELIA Y ELECTRÓNICA
Asistencia del viernes: 32.896 personas.

Los
zaragozanos Bigott abrieron el escenario dos a golpe de folk psicodélico al más
puro estilo setentero. A pesar de la poca asistencia a primera hora, el
cantante Borja Laudo no descansó en su intento de animar un ambiente que aún
estaba despertando. Poco después, los mallorquines L.A. pisaba un
escenario iluminado por un intenso rojo que envolvía las notas de ‘Dualize’ o ‘Love
comes around’
. Con una diferencia de apenas 15 minutos, el festival daba paso a la
banda galesa Stereophonics, que trajo consigo un setlist en el que no faltaron
sus temas más populares, ‘Have a nice day’ y ‘Maybe tomorrow’, amenizando una
tarde más soleada que la anterior a golpe de guitarras contundentes. Como era de esperar, ‘Dakota’ finalizó el espectáculo sobresaliente de una de las leyendas
del britpop.

El
dúo noruego Kings of Convenience se presentó con un piano de cola para deleitar al público con su pop preciosista. Debido al aforo limitado, muchos de sus seguidores mostraron un gran descontento al ver que no
tendrían oportunidad de presenciar desde la pista temas como ‘Caiman Islands’ o ‘I don’t know
what I can save you from’
. El cantautor madrileño Félix Lineker amenizaba la
tarde sobre el pequeño escenario Mondosonoro, mientras
que los neoyorquinos Augustines llegaban con sonidos oscuros cargados de una gran energía que supieron transmitir a unos entregados y participativos asistentes. Una de las mayores promesas de la segunda jornada, los jóvenes Temples, entregaron aires calmados con toques glam y psicodelia para entonar temas como ‘Sun structures’ o, en su despedida, ‘Shelter song’, para disfrute de fanáticos y
descubridores.

La prestigiosa compañía de teatro catalana La Fura dels Baus amenizó la espera para el concierto de Jane’s Addiction con un gigantesco maniquí articulado que se
paseó por el recinto al ritmo del tema ‘Kannibalen’, de Apashe.
Con un show de
influencias sensualmente circenses, el líder de la banda californiana, Perry Farrell, acudió a su cita
ataviado con un elegante traje y botella de vino en mano, agradeciendo
constantemente su acogida en Madrid. Acompañado de bailarinas en ropa interior,
el carismático cantante se dejó llevar por ellas al son del clásico ‘Three
days’
o el fabuloso cover de ‘Rebel rebel’, de David Bowie. ‘Jane says’ culminó
una inolvidable actuación con arneses de por medio. Poco después, el
futurista Caribou hizo bailar a un público que volvió a llenar el
pabellón tres.

El
recién estrenado disco ‘Why are you OK’, de los estadounidenses Band of Horses, formó
parte de un variado repertorio en el que también sonaron la indispensable ‘Laredo’ o la archiconocida ‘The funeral’, destacando un ambiente en el que
se hacía palpable la especial conexión entre la formación y sus seguidores. El
plato fuerte de la noche fueron, sin duda, los ingleses The Prodigy, con una
versión acortada de ‘Breathe’, una de las piezas más potentes y conocidas de
su discografía, dando inicio a una selección muy bien elegida, entre novedades
y clásicos
como ‘Firestater’ o ‘Smack my bitch up’, con el que se despidieron. Los
presentes, que no pararon de saltar y disfrutar con cada tema, consiguieron que la banda regresara al escenario para interpretar ‘Their law’, ‘Wall
of death’
y ‘Take me to the hospital’.

El
grupo de electro rap-rave sudafricano Die Antwoord clausuraron el viernes continuando con la estela rítmica anterior. Con una puesta en escena de lo más
impactante, compuesta por disfraces y visuales de alto voltaje sexual, llevaron a
lo más alto a un público lleno de energía con las populares ‘Ugly
Boy’
y ‘I fink u freeky’. El cantante principal, Watkin Tudor Jones, interactuó
en todo momento con los asistentes, llegando a lanzarse sobre ellos durante las
notas de ‘Enter the ninja’. Mientras tanto, los londinenses Bastille cerraron con éxito los escenarios interiores. Con un retraso bastante atípico en el festival, la formación londinense cautivó a unos
seguidores que salieron del pabellón cantando la celebrada ‘Pompeii’.

GUITARRAS
SUREÑAS EN LA CAPITAL
Asistencia del sábado: 35.473 personas

El
prometedor comienzo de la jornada del sábado lo protagonizó el grupo inglés
Nothing But Thieves en el pabellón Avalon, que se arriesgó con un cover de
The Pixies, ‘Where is my mind’, enloqueciendo desde primera hora
a los asistentes. Poco después, el tejano Gary Clark Jr. dejaba asombrados a todos los
que se acercaban a los escenarios exteriores. Con apenas 30 años, el guitarrista rejuvenece el
blues en sus manos con los acordes de ‘Cold Blooded’ o ‘When my train pulls
in’
. Una grata sorpresa que el público reconoció entre aplausos al que bien
pudiera ser el perfecto telonero de Neil Young. El asombro vino también por el talento
demostrado por el conjunto canadiense Walk off the earth que, famosos a partir de su éxito viral en Youtube, impresionaron con versiones de ‘Hello’, de Adele, y de ‘I knew you
were trouble’
, de Taylor Swift. El cantante y compositor John Grant, animó el espectáculo a golpe de cadera, con la atención de un público que mantuvo repleta la pista hasta el final de una actuación que se solapó con los primeros temas del rey de la noche. 

Y así llegó la hora de una leyenda de la música, diamante de esta primera edición del Mad Cool Festival. El mito canadiense Neil Young,
junto a la banda Promise of the real, dejó atónitos a todos los presentes con una potencia escénica que arrancó más de una lágrima por lo histórica de la ocasión. Sobre las tablas, unas
cuantas macetas con flores, una estatua de madera, un órgano y algún que otro
complemento vaquero. El folk, rock y country se dieron cita sobre un mismo
escenario gracias a clásicos como ‘Heart of gold’, ‘Down by the river’ (con un impresionante
solo de guitarra que arrancó gritos de emoción), ‘Like a hurricane’, la
melancólica ‘Western hero’ o la bailable ‘Rockin’ in the free world’. Cuando
el sueño parecía haber terminado, el maestro desconcertó a sus seguidores
regresando a su guitarra. ‘Love and only
love’
sirvió para cerrar un concierto inolvidable.

El
pabellón tres recibió a un jovencísimo australiano Flume, que presentó su
nuevo trabajo, ‘Skin’, con una atractiva puesta en escena entre luces
fucsias y moradas y cubos construidos a partir de leds
. ‘Never be like you’ o
la remezcla del tema de la cantautora neozelandesa Lorde, ‘Tennis court’,
brillaron con un público que se dejó la piel con ‘Drop the game’.
Al otro lado del recinto, los primeros sonidos contundentes de los
escoceses Biffy Clyro conquistaron al público con ‘Wolves of
winter’
, ‘Animal style’ o ‘Many of horror’, entre otros muchos éxitos de la
banda. Con más de 10 minutos de retraso, el clasicismo americano vino de la
mano de Ben Miller Band, que cerró el escenario Avalon con una atmósfera madura pero no menos divertida.


Los irlandeses Two Door Cinema Club arrancaron bailes y saltos con temas como ‘Something good
can work’
y la bailadísima ‘What you know’, algo desatinados en la práctica pero con muchas ganas de hacer disfrutar a golpe de sonidos pegadizos. A la misma hora, el famoso cantautor gallego Xoel López interpretaba algunos temas
de su nuevo disco, ‘Paramales’, del que sonaron piezas como ‘Ningún nombre, ningún
lugar’
‘Yo sólo quería que me llevaras a bailar’. Junto a ellas, letras de su antigua formación Deluxe, como ‘Que no’ ‘Historia
universal (el amor no es lo que piensas)’
. Su sentido del humor quedó
reflejado a la hora de despedirse con una versión de la la mítica ‘The lion sleeps tonight’.

Los
españoles Corizonas clausuraron el área interior con su psicodelia ácida, acompañados de la sintonía de Félix Rodríguez de la Fuente y una proyección
visual conformada por un collage de imágenes de la
película de culto ‘El gran dictador’ en su introducción. El líder aseguró que ‘somos el grupo definitivo y no tenemos abuela’, para dar paso a un cover de Black
Sabbath
. Programados como final de fiesta en los escenarios exteriores, Capital Cities
consiguió hacer bailar a un público que deseaba continuar en un festival eterno. A las versiones de ‘Stayin’ alive’, de Bee Gees, o ‘Holiday’, de
Madonna, se sumaron temas como el aclamado ‘Safe and sound’, que se repetiría al final de la actuación que daba por concluida esta primera edición.

Pese
a los problemas que se sucedieron durante el primer día, la organización supo reaccionar a
todos ellos con rapidez. Las colas que se produjeron en la zona de
restauración durante la primera jornada fueron solventadas con un aumento del personal, mientras que los
fallos en la lectura de pulseras se solucionó permitiendo el pago en efectivo en posteriores jornadas. Si de algo más puede presumir el evento es de prestar una eficiente atención a la limpieza y el mantenimiento del recinto. 
Con más de 60 bandas en su programación, Mad Cool Festival deja a miles de personas con ganas de una segunda edición que llegará precedida de un estreno más que satisfactorio. Un chivatazo: ya hay dos grupos fichados para el próximo año y otro más para 2018. Habrá que esperar.