Experimentamos con diferentes sabores. Aplicamos nuevas
fórmulas constantemente tratando de derribar límites en una época en la que
la comida ha pasado de ser una necesidad básica a un arte
en el que España cuenta con auténticos maestros que han
convertido su vocación en una marca que potenciar tanto dentro como fuera de
sus fronteras. Con reconocimientos mediáticos y sin ellos, multitud de espacios
gastronómicos madrileños hacen las delicias de vecinos y visitantes en cada
rincón de la capital.
te estás perdiendo una de las pizzerías más potentes de la ciudad. Fundada en
2014 por los artífices del prestigioso restaurante asiático Sudestada, la pizza argentina se reinventa con masas gruesas y esponjosas que dan forma
a un plato que se convierte en protagonista de una carta que ofrece casi una
veintena de variedades junto a una serie de entrantes llamados mezze entre
los que destacan unos gustosos morrones armenios asados a la leña con granada y
anacardos, un fresquísimo escabeche de berenjenas y un vitel toné con salsa de
anchoas y atún. Todos ellos funcionan como una reinterpretación de los
aperitivos que desembarcaron en Buenos Aires con la llegada de los inmigrantes italianos.
de Nuevos Ministerios, Picsa ocupa un local de aspecto industrial forrado
en azulejos blancos, con un interiorismo firmado por el realizador publicitario
Marcelo Burgos, que se divide en una barra para unos 20 comensales con sillas
altas y una zona de mesas con sillas bajas importadas de Bélgica. Sus
servilletas de papel denotan la informalidad de una propuesta que cuenta con un
ticket medio de 25 euros por persona compartiendo dos entrantes, una pizza, un
postre y un par de bebidas.
como los zucchinis Alatsis asados a la leña con yogurt y hierbas, además de los aperitivos mencionados anteriormente en una apertura en la que despuntaron los suaves
morrones armenios y el escabeche de berenjenas, ambos servidos fríos y en
pequeños platos para compartir antes de la llegada del plato estrella.
de la pizza, tuvimos el gusto de mezclar la solicitada fugazza con queso
(cebolla dulce y roja, queso, romero y aceituna negra) con la de pato confitado
e higos secos, que sorprende por su originalidad.
Pensadas para compartir, las pizzas se preparan en un único tamaño que se corta
en ocho porciones. Además, para los que no acudan al espacio con demasiada
hambre, la posibilidad de pedir por porciones es una buena idea que además
facilita el tan de moda take
away.
fuertes de un local en el que la pizzas se realizan en horno de leña con
recetas de la vieja escuela, pero también apostando por el riesgo en variedades
como las de queso azul y setas, chorizo criollo y grelos o butifarra negra.
En la carta de vinos (dividida entre los que tienen burbuja y
los que no) se encuentran referencias argentinas a tener en cuenta por el comensal,
que encontrará en los caldos blancos o tintos buenos acompañantes de mesa. El
exquisito café malasañero de Toma Café completa una carta que encuentra su
punto dulce en postres como un riquísimo flan con nata montada y dulce de leche
o una tarta de chocolate con helado que se presentan dentro de unos vasitos en
los que será difícil dejarse algo.
en Picsa se convierte en un manjar es una opción más que recomendable con un
servicio atento por parte de profesionales como Vanina Olivera, grandes
ventanales y una fórmula fresca en la que saciarás tu apetito mientras reseteas
tu concepción de lo que hasta ahora entendías como un plato cualquiera.