‘No puede ser
magia’, se repite el desconfiado espectador mientras afila la mirada para encontrar
la trampa al juego que acaba de presenciar. Pero el mago, acostumbrado a las
dudas de los profanos, se centra en su misión principal: devolver la ilusionada mirada de niño a aquellos recelosos que ya no creen. Así, llega el segundo truco, y la racionalidad se subleva y
desafía de nuevo al público. Ojipláticos, ya dubitativos, los presentes hacen un
último esfuerzo por encontrar el sentido lógico a lo que ven. Un
rápido pase de manos, unas palabras… y, al fin, la lógica acaba por caer
derrotada. ¡Sí, es magia! Qué duda cabe.
El ilusionismo
vive una de sus eras doradas. Y, dentro de su amplia oferta cultural, Madrid
cuenta con un enorme abanico de locales donde casi a diario uno puede dejarse
llevar por la fantasía: ver cómo aparecen y desaparecen monedas, se
teletransportan o multiplican cartas o se lee la mente. Cada una de las ramas
de la magia cuenta con auténticos especialistas que constantemente idean nuevas
formas de embelesar a su público, y Madrid es la cuna de muchos de los que hoy
en día fascinan a medio mundo. Desde el mítico Juan Tamariz, España ha visto nacer a grandes figuras como Miguel Muñoz, Héctor Mancha, Luis Piedrahita o
Daniel Collado.
La apuesta por
el género arranca a principios de año con el Festival Internacional de Magia que, con 10 años a sus espaldas, toma el
Circo Price en distintas sesiones, desde pases de magia de cerca con unas
decenas de asistentes hasta la Gala Internacional de Escena, con miles de personas.
Impulsado por Jorge Blass, se trata de un evento eminentemente familiar que a
lo largo de más de un mes trae a la capital lo más granado del ilusionismo
mundial, contando con figuras como Tina Lenert, Yann Frisch, Hannah,
Voronin, Inés la Maga o Daniel DaOrtiz.
La buena noticia
es que el resto del año estas estrellas realizan funciones en multitud de salas de la capital, con shows que suele ir de los 60 a los 90 minutos en muy diversos horarios. Así, no muy lejos del mencionado Price, en pleno
centro de Lavapiés, La Escalera de Jacob (Lavapiés, 9) programa – de
martes a domingos – cuantiosos espectáculos de magia de cerca y mentalismo, que
intercala con sus habituales funciones de microteatro e improvisación. Con
precios que van de los 6 a los 14 euros por entrada, las actuaciones
pueden disfrutarse acompañadas de alguna de las consumiciones del bar del
local.
En el barrio de
Prosperidad se halla la sala Houdini (García Luna, 13), que toma su
nombre del mítico escapista austrohúngaro. Este teatro de 500 metros cuadrados cuenta con salas decoradas como una mansión encantada, lo que
hará las delicias de habituales y neófitos. Con precios que oscilan entre los 10 y los 16 euros, en ocasiones con bebida incluida, se programan hasta ocho sesiones en las tardes y noches de jueves a sábados.
También ofrece espectáculos privados para todo tipo de eventos, tales como cumpleaños,
comuniones, bodas y hasta sesiones de team building.
A la altura de la parada de Metro Lista está el Café la Flauta Mágica (Alcántara, 49).
Además de monólogos, clases de mus, tertulias de arte e historia y debates
literarios, este café-teatro cuenta con piezas familiares los
jueves por la noche y sesiones matinales los domingos a mediodía. Las funciones
se pueden seguir tomando cafés, cócteles, zumos y algunas de las variadas
raciones de su carta.
Al sur, el barrio de Vallecas cuenta con una pequeña sala con grandes
producciones: Grada Mágica (Calle Emilio Ortuño, 20). De miércoles a sábados,
este local fundado por Miguel Gómez y Armando Gómez ofrece números de
magia de cerca y mentalismo por precios que oscilan entre los 10 y los 20 euros, consumición incluida.
En Delicias se
ubica un antiguo café teatro llamado La Cripta Mágica (Tarragona, 15).
Decorado por completo como los teatros antiguos de principios del siglo XX, cuenta con pases familiares por 11,50 euros por persona y sesiones para adultos
desde 20 euros con consumición o 22,50 si se prefieren cócteles. Con más de 30 años de historia, en él se dan cita numerosos profesionales del ilusionismo.
Por otro lado,
en Arganzuela destaca desde hace una década el Teatro Encantado (Pozuelo
de Zarzón, 3), una sala de los magos Woody Aragón, Pepo Capel y Miguel Ángel Gea que, por 15 euros, ofrece de jueves a domingos números con cartas,
monedas y otros objetos, siempre con fantásticos toques de humor. En concreto,
Woody Aragón sorprende a sus invitados con improvisaciones de su amplio
repertorio de juegos, con lo que el montaje cambia según el tipo
de público.
Un toque
diferente es el que ofrece el Premio Mundial de Magia Daniel Collado. Su producción, ‘12% Ilusionismo’, tiene lugar en un paradero
indeterminado de La Latina. Tras reservar la entrada, el evento arranca con una gymkhana
opcional por la calle que, a través de tres pruebas, llevará a los invitados a
buscar una gran biblioteca misteriosa donde transcurrirá el evento posterior.
Por 18 euros, la experiencia incluye una consumición y el hecho de poder manipular
algunos utensilios.
Además, la capital recibe a menudo la visita de otros ilusionistas que hacen escala en teatros o
carpas donde llevan a cabo números de mayor envergadura. Sin embargo, hay
algo en la magia de cerca que hace de ella un show mucho más agradecido: los
magos crean una complicidad con su público, la participación es mucho
más activa y la implicación emocional se dispara, conformando una experiencia
única y, literalmente, mágica. Sumergirse en estas sesiones es volver a creer en lo imposible.