EXTRA!
Me quiere, no me quiere… así se podría resumir la carrera musical de cientos de cantantes, esos mismos que se han convertido en carne de radiofórmula, atajo cada vez más desgastado debido a lo inmensurable de internet, a la exigencia del público y al innegable golpe sufrido en la industria discográfica. El oyente cada vez necesita más motivos para mantenerse fiel a un cantante con el que llorar cuando dejan de quererle. Y no será por falta de oferta en el pop patrio.
Lejos de caer en un previsible ejercicio de nostalgia ante un modelo de negocio inútil, muchos intérpretes han sabido dejar a un lado la queja, percatándose de que la caída en las ventas puede convertirse en una oportunidad para demostrar quién tiene talento, carisma, cercanía con sus seguidores y, principalmente, un buen directo que conforme una vía alternativa para sobrevivir trabajando en la música.
María Lucía Sánchez Benítez, Malú, llevó a cabo el pasado 30 de abril una actuación en el Círculo de Bellas Artes de Madrid en la que dejó claro que, 15 años después de su debut con aquel ‘Aprendiz’, ella es de las que han sabido amoldarse a la situación. No ha cambiado la fórmula con la que debutó, pero ha sabido rodearse de un equipo potente y hacerse notar durante todo este tiempo.
La madrileña, a la que hace unos meses vimos – en un acertado ejercicio de cercanía al público – como coach del talent show ‘La Voz’, dio en la capital un repaso a buena parte de su carrera, desde aquel tema con el que se dio a conocer hasta un reciente ‘Vuelvo a verte’ que interpreta en su nuevo disco, ‘Dual’, junto a Pablo Alborán.
No le falta a la hija de Pepe de Lucía ni voz, ni energía ni tampoco seguidoras que arrastren a sus novios – o maridos – para cantar a grito pelado temas cuquis como ‘Blanco y Negro’ o ‘Te conozco desde siempre’.
Es cierto que el público más exigente o alérgico a la ñoñería puede sentirse fuera de lugar en sus actuaciones, pero uno sabe donde se mete con tan solo escuchar las primeras frases de temas como ‘Ni un segundo’ o ‘No voy a cambiar’, a pesar de cruzarse por el camino con piezas superiores como ‘Devuélveme la vida’ o ‘Que nadie’, de innegable valía.
En constante equilibrio con su esencia y conexión con su público, la cantante derrochó energía en el Círculo de Bellas Artes, donde satisfizo a todos los presentes con un setlist acertado. Se nota que siente lo que canta y tiene una voz bonita que, además, sabe manejar a su antojo. Suficiente.