EXTRA!

Un texto que chorrea ingenio, con personajes realmente bien
construidos es, con mucha seguridad, lo que llevó a la joven actriz Irene Escolar a proponer la puesta en escena de ‘El cojo de Inishmaan’. Una comedia negra, firmada por el dramaturgo angloirlandés Martin McDonagh, que el director de
escena Gerardo Vera ha hecho realidad en el mítico Teatro Español.

Las intenciones son buenas en cuanto a la narración,
pero hay cierta obsesión por crear un ambiente oscuro que hace que la balanza
se decante del lado de la pesadumbre e impida, en ocasiones, palpar el humor
que el autor elegantemente ofrece.
Es la reducida iluminación, la escasa
escenografía y la excesiva caracterización estereotípica de ciertos personajes
lo que pone este hecho de manifiesto. A veces, el empeño por querer
interpretar algo de forma demasiado específica acaba convirtiéndose en una malla para el actor que le impide
mostrar la verdad.
‘El cojo de Inishmaan’ es una oscura parodia de la Irlanda de los años
30, que bien puede tener sentido en la actualidad.
Un tullido del que todos ser
burlan (Billy, el cojo), un reportero que se gana la vida contando chistes
ajenos (Jonhypateenmike) y las constantes alusiones a curas pervertidos salpican el texto de realidad.
Gusta ver a Terele Pávez expresando tanto con tan poco. Irene Escolar
en el personaje de Helen desborda libertad interpretativa. A su vez, Ferran
Vilajosana es un auténtico cojo durante las dos horas de representación.
En una
Irlanda oscura de la que muchos quieren escapar, la historia de Billy es tan entrañable como dura.