EXTRA!
Salió arrebatadora y se metió al público en el bolsillo. Patti Smith, leyenda del rock de 65 años, decidió retrasar un día su concierto en Madrid con motivo de la huelga general, a la que acudió como una más y donde pudimos recordarla como la mujer reivindicativa que siempre ha sido.
Salió puntual ante las 1.3000 personas que ocupaban poco más de la mitad del aforo de La Riviera, una sala que respetó a la artista pero que fue una elección errónea por parte de la organización, que debió contratar un espacio de menor tamaño y mayor intimidad para la cita. Aún así, la cantante dio un concierto espléndido con una puesta en escena sencilla donde fue aplaudida hasta cuando hizo ladrar al público al ritmo de ‘Banga’. Junto a ella, sus músicos habituales, donde el guitarrista Lenny Kaye brilló con luz propia. Un formato acústico con un sonido impecable, cosa rara en La Riviera.
Salió puntual ante las 1.3000 personas que ocupaban poco más de la mitad del aforo de La Riviera, una sala que respetó a la artista pero que fue una elección errónea por parte de la organización, que debió contratar un espacio de menor tamaño y mayor intimidad para la cita. Aún así, la cantante dio un concierto espléndido con una puesta en escena sencilla donde fue aplaudida hasta cuando hizo ladrar al público al ritmo de ‘Banga’. Junto a ella, sus músicos habituales, donde el guitarrista Lenny Kaye brilló con luz propia. Un formato acústico con un sonido impecable, cosa rara en La Riviera.
Sonaron grandes éxitos como ‘Because the night’ y ‘Gloria’, hubo un recuerdo para la fallecida Amy Winehouse con ‘This is the girl’, un homenaje para su admirado Roberto Bolaño con ‘Dream of life’ y también una reivindicación de la naturaleza y el poder del pueblo, algo que quedó claro cuando se despidió, tras hora y media de espectáculo, con ‘People have the power’. Smith no pierde la sonrisa ni nosotros las ganas de volver a verla: la estadounidense es un auténtico animal escénico.
Puntuación de MADtime: 10/10