Atlántida Film Fest

El mundo se desploma y la vida carece de sentido cuando la magia del amor se desvanece y sume a los implicados en la que parece la más profunda de las tragedias. Motivada por esta premisa, la ópera prima del joven Diego Llorente, ‘Estos días’, trata sobre las circunstancias y reacciones de una pareja de postadolescentes que se encuentra sumergida en la contradicción de sus personalidades. 


Ella, una preciosa pero inexpresiva Alazne Castaño, es una joven con cientos de inquietudes que busca oportunidades más allá de las cuatro paredes que la oprimen. Manu, interpretado por un discreto David Cuetos, representa la apatía y la comodidad de quien no necesita luchar para vivir. Ubicados en un pequeño pueblo asturiano, Pola de Siero, en el que el director focaliza con intermitentes y largos planos, los protagonistas se convierten en víctimas de la cotidianidad de sus rutinas. El amor se globaliza y las relaciones se enfrían mientras que el espectador se convierte en testigo de la tristeza de su propia vida. 
Los mensajes instantáneos se transforman en hilos conductores del discurso y los conflictos se conjugan de acorde al subjetivismo del protagonista. Embaucado en una realidad social donde la crisis fomenta sus estragos, el joven, en paro, dedica sus horas al sinsentido de sus horarios, motivado por la simple presencia de su novia y el ejercicio.


La técnica destaca y el recorrido narrativo brilla por su originalidad, mientras que las referencias al cine español independiente avivan una industria minúscula que en los últimos meses ha sorprendido con títulos como ‘La herida’ y ‘Stockholm’. El uso de planos subjetivos aportan diferenciación. Sin embargo, todo ello queda relegado a un rincón de la memoria cuando las interpretaciones parecen frías, la narración se diluye y la falta de conflicto se hace patente. Los 60 minutos de la producción se acaban convirtiendo en tedio y desubicación ante imágenes que llegan a parecer confusas y desordenadas.

Diego Llorente conforma una correcta reflexión acerca de las rupturas y el desamor sin llegar a estar a la altura de otras producciones del Atlántida Film Fest. Sin embargo, se reconoce interés, cuidado y mimo en la realización. La próxima vez, quizá, tengamos más suerte.