EXTRA!
Dicen que la risa es el
remedio para todos los males. Y es que, aunque no pueda curar del todo, cargarse de energía positiva siempre ayuda para enfrentarse a cualquier cosa,
liberar tensiones y olvidarse de los problemas. ‘El Feliciólogo 2.0’ es el
nombre con el que el humorista Ángel Rielo regresa a las tablas para presentar la segunda temporada de su espectáculo en una versión renovada. Una producción a medio camino entre el monólogo, un taller de
motivación y un verdadero show.
Rielo
es cómico, locutor y actor, y su carrera profesional abarca tanto la radio (‘Rielo en la onda’ de Onda Cero) como la televisión, colaborando
con su propia sección en el programa ‘Para todos La 2’. Además, es autor junto a Javier
Pilar del libro ‘Rieloterapia, la ITV del alma’, que
busca el mismo fin que su espectáculo: que el público piense en sí mismo, se
quiera y se dé cuenta de cómo puede ser feliz. Por ello, el actor imparte habitualmente talleres de pensamiento positivo.
es cómico, locutor y actor, y su carrera profesional abarca tanto la radio (‘Rielo en la onda’ de Onda Cero) como la televisión, colaborando
con su propia sección en el programa ‘Para todos La 2’. Además, es autor junto a Javier
Pilar del libro ‘Rieloterapia, la ITV del alma’, que
busca el mismo fin que su espectáculo: que el público piense en sí mismo, se
quiera y se dé cuenta de cómo puede ser feliz. Por ello, el actor imparte habitualmente talleres de pensamiento positivo.
Desde el pasado 22 de
abril, el humorista se convierte
en un peculiar especialista en felicidad dispuesto a dar con las
claves para alcanzarla cada miércoles a las 20.30 h. en el Pequeño Teatro Gran Vía. Y es que, según él, hay muchas maneras de lograr el bienestar ya que, para cada persona, ese estado reside en cosas diferentes.
abril, el humorista se convierte
en un peculiar especialista en felicidad dispuesto a dar con las
claves para alcanzarla cada miércoles a las 20.30 h. en el Pequeño Teatro Gran Vía. Y es que, según él, hay muchas maneras de lograr el bienestar ya que, para cada persona, ese estado reside en cosas diferentes.
El
público que acude a la función lo hace también a la consulta
que se encuentra montada sobre el escenario, formada por un sillón, torres
de libros apilados en el suelo, un baúl con objetos antiguos y un perchero con
diversos complementos que se usan durante la representación. La música e iluminación
tienen un papel importante en la obra, así como el apoyo audiovisual, que aporta un toque
místico cuando es preciso.
público que acude a la función lo hace también a la consulta
que se encuentra montada sobre el escenario, formada por un sillón, torres
de libros apilados en el suelo, un baúl con objetos antiguos y un perchero con
diversos complementos que se usan durante la representación. La música e iluminación
tienen un papel importante en la obra, así como el apoyo audiovisual, que aporta un toque
místico cuando es preciso.
Los
momentos cómicos se alternan con otros más serios y emotivos en los que el
humorista muestra su lado tierno y ejerce de coach aconsejando y motivando al público con frases que a todos nos suenan pero que es necesario recordar. Durante 90 minutos, el
actor despliega todas sus virtudes cantando en directo, imitando a personajes
famosos y metiéndose con otros tantos.
momentos cómicos se alternan con otros más serios y emotivos en los que el
humorista muestra su lado tierno y ejerce de coach aconsejando y motivando al público con frases que a todos nos suenan pero que es necesario recordar. Durante 90 minutos, el
actor despliega todas sus virtudes cantando en directo, imitando a personajes
famosos y metiéndose con otros tantos.
Como bien advierte Rielo, hay tres maneras de hacer sentir
a alguien tras un encuentro: igual, peor o mejor. Él puede darse por
satisfecho, pues logra lo último y más difícil con el público asistente. Sin duda, una buena sesión de terapia de la que se sale con ganas de pedir una nueva cita.
a alguien tras un encuentro: igual, peor o mejor. Él puede darse por
satisfecho, pues logra lo último y más difícil con el público asistente. Sin duda, una buena sesión de terapia de la que se sale con ganas de pedir una nueva cita.