EXTRA! 


The National se ha convertido en una de las bandas de rock
alternativo más queridas en todo el mundo.
Formada en 1999 en Cincinnati
(Ohio), pasaron de tocar su música seria y sombría en locales casi vacíos a vender cientos de miles de discos,
posar en fotografías con Barack Obama y publicitarse como cabezas de cartel de
multitud de los festivales musicales más importantes del mundo.

‘Mistaken for strangers’ es uno de los platos fuerte de la
actual edición del Filmin Music Fest. El documental, que sigue los pasos del
grupo norteamericano en la gira que da título al proyecto, sirvió para abrir la
edición de abril de 2013 del festival de cine Tribeca de Nueva York.

Rodado por el hermano pequeño del vocalista del grupo, Matt
Berninger, muestra con franqueza las sensaciones del familiar que vive a la
sombra de la estrella del rock a la que todos adoran
 y cuyo objetivo consiste en asegurarse
de que no falta una tableta de chocolate en el autobús del equipo del grupo o de que la lista de invitados del concierto llegue a taquilla cuando es debido. Quien espere un documental de rock probablemente acabe decepcionado en lo que supone una reflexión audiovisual sobre las relaciones humanas y el triunfo desde la perspectiva del que siente el fracaso. Ni más ni menos.

Tom Berninger filma una producción que enloquecerá a los
seguidores del grupo – a pesar de que sólo escucharán unos minutos de la música
de sus ídolos –
por la sinceridad que transmite en su grabación, donde se
atreve a cuestionar a los componentes de la banda sobre drogas, las
consecuencias de la fama o lo importantes que se sienten al subirse a un
escenario. Las caras de incredulidad de su propio hermano sacarán más de una
sonrisa tierna al espectador que empatice con esa sensación de cierta inferioridad de
quien vive a la sombra, entre la admiración por su  hermano mayor y la fantasía constante de si el que hubiese
protagonizado las portadas de Rolling Stone hubiese sido él.

No hablamos de ningún prodigio técnico al haberse grabado, casi
en su totalidad, con una cámara casera, aunque los cambios bruscos de plano no
molestan en lo que podríamos definir como un falso documental con un meritorio ejercicio
de montaje en el que todas las piezas acaban encajando.
El espectador asiste al
trabajo diario del equipo de un grupo que viaja por todo el mundo y también a
las reflexiones de los padres de Matt y Tom, ajenos a la acelerada vida de su hijo mayor. 

El director reúne, en los escasos 80 minutos de duración del
proyecto, reflexiones sobre el trabajo en equipo, la familia, el arte y la
industria musical con temas de The National de fondo, aunque él prefiera el
heavy metal y seguir instalado en su vida anodina repleta de comida basura y películas
de serie B. Nos quedamos con una reflexión de Matt en la última parte de la cinta,
que dice así: ‘te centras en lo que no debes. Es verdad que se te dan mal
muchas tareas, pero hay un par de cosas en las que nadie te supera. Céntrate en
lo que te gusta de ti y finge que has superado el resto’
. Lo cierto es que a él no le ha salido
mal la jugada.