EXTRA!



El alargado local de colores vivos suele abarrotarse para degustar el brunch venezolano por excelencia en la capital. Situado en el número 82 de la calle Conde de Peñalver, en el barrio de Salamanca, La Cuchara transporta al comensal a un microclima sureño, donde la cálida y vivaz atención de la copropietaria y jefa de sala, Ivanhova Humpierres, acierta al servir la bebida conocida como papelón de
limón
, que se mueve entre el dulce y el ácido, obtenida a partir del jugo de la
caña de azúcar. 



El brunch dominical del restaurante cuenta con tres opciones que recorren el país tropical: tradicional,
caraqueño y oriental
, cuya elección se complementa con un entrante a elegir
entre chupe (sopa) de pollo, ensalada César de berros y rúcula o tequeños por
un precio de 25 euros que incluye bebida, postre y café. 



Un placer para el paladar degustar icónicos elementos de la cocina venezolana
como arepas y tequeños. Los primeros, servidos en el punto justo de calor y sin
rebosar de aceite la masa. Este rollito relleno de queso suave convence como
entrante a toda comida que se precie. La arepas, ligeras y sabrosas, especialmente
la de queso fresco con caraotas (judías negra)
La intensidad de sabor aumenta al mismo tiempo que las texturas se complican. Es el momento de dejarse
seducir por los coquetos patacones con guacamole y pico de gallo, con crujiente
base de plátano macho triturado y frito. Algo habitual es que la música de
Jorge Durán y su Jalea de Mambo amenice las conversaciones de los presentes.

De lunes a viernes no hay brunch, pero sí un menú del día a 10,95 euros inspirado
en la cocina mediterránea pero con el corazón en Venezuela, incorporando sutiles toques de aquella cultura. Aparte, el restaurante
dispone de una carta con una buena muestra de la gastronomía venezolana
, entre la que se
encuentran las agridulces y deliciosas mini cachapas con queso guaranés,
elaboradas a partir de maíz y el pabellón criollo, un timbal de arroz blanco,
caraotas, carne mechada y tajadas (plátano frito).



Entre los postres más destacados, un bizcocho tres leches, jugoso y equilibrado que se elabora con bizcocho desmigado bañado en leche normal, condensada y evaporada, así como cascos de guayaba con queso fresco y, por último, el quesillo, un terso pastel que se asemeja al tocinillo de cielo. El helado, la tarta de chocolate y el yogurt con miel son otras de las opciones con las que concluir la visita.

Si bien los inicios fueron
complicados, según explica el jefe de cocina y segundo copropietario del local,
Leonardo Araujo, lo cierto es que el espacio se queda pequeño, al menos los domingos. La buena acogida de sus platos les ha llevado a instalar su propio food
truck
 en eventos tan de moda como el Mercado de Diseño o
Madreat
. Algunas de las preparaciones del chef se pueden seguir paso a paso en
el blog Leo en la cocina
Con la mitad de la clientela española y la otra mitad venezolana, La
Cuchara
ofrece una experiencia culinaria enriquecedora para los que buscan algo
diferente.