EXTRA!
La sexta edición del
festival multidisciplinar Cultura Inquieta arrancó el pasado jueves 9 de julio
en la Plaza de Toros de Getafe con la celebración del Festival África Vive, que
llenó de músicas africanas la primera jornada de una cita que apuesta por la
diversidad con un cartel ecléctico y heterogéneo que al día siguiente acogió al
aclamado violinista Ara Malikian, que lleva más de una década acercando la
música clásica a todos los públicos a través de su carisma y virtuosismo.
festival multidisciplinar Cultura Inquieta arrancó el pasado jueves 9 de julio
en la Plaza de Toros de Getafe con la celebración del Festival África Vive, que
llenó de músicas africanas la primera jornada de una cita que apuesta por la
diversidad con un cartel ecléctico y heterogéneo que al día siguiente acogió al
aclamado violinista Ara Malikian, que lleva más de una década acercando la
música clásica a todos los públicos a través de su carisma y virtuosismo.
A menos de 20 kilómetros
del centro de Madrid y a sólo unos pasos de la estación de tren y metro El
Casar, Cultura Inquieta reúne a un público de todas las edades que extiende su
entusiasmo entre el ruedo y las gradas, acogiendo por igual a los que acuden
con ganas de baile y a los que prefieren disfrutar sentados de los grupos sin que
por ello varíe el precio de las localidades, pudiendo alternar una y otra opción
según apetezca.
del centro de Madrid y a sólo unos pasos de la estación de tren y metro El
Casar, Cultura Inquieta reúne a un público de todas las edades que extiende su
entusiasmo entre el ruedo y las gradas, acogiendo por igual a los que acuden
con ganas de baile y a los que prefieren disfrutar sentados de los grupos sin que
por ello varíe el precio de las localidades, pudiendo alternar una y otra opción
según apetezca.
Suprimiendo los típicos
baños de obra, los agobios frente al escenario y las acampadas propias de los
festivales de verano, el evento busca ante todo la comodidad de un espectador
que rara vez espera para pedir su copa o se asusta por los precios de los food trucks de hamburguesas y perritos en
los que llenar el estómago.
baños de obra, los agobios frente al escenario y las acampadas propias de los
festivales de verano, el evento busca ante todo la comodidad de un espectador
que rara vez espera para pedir su copa o se asusta por los precios de los food trucks de hamburguesas y perritos en
los que llenar el estómago.
Con un retraso de una
hora en la apertura de puertas del recinto que los asistentes pasaron bebiendo
en las inmediaciones, el pasado sábado 11 de julio fue el turno de
los sonidos garrapateros de La Trueke, Juanito Makandé, La Pegatina y La Sra. Tomasa, grupos festivos y enérgicos que llenaron de entusiasmo una jornada dominada
por el buen rollo, las palmas y los saltos de cientos de personas.
hora en la apertura de puertas del recinto que los asistentes pasaron bebiendo
en las inmediaciones, el pasado sábado 11 de julio fue el turno de
los sonidos garrapateros de La Trueke, Juanito Makandé, La Pegatina y La Sra. Tomasa, grupos festivos y enérgicos que llenaron de entusiasmo una jornada dominada
por el buen rollo, las palmas y los saltos de cientos de personas.
En la más de hora y
media de flamenco underground que
Juanito Makandé ofreció a los presentes al compás de su cajón sonaron temas como la perruna ‘Churrete
y Ringo’, la coreada llamada a la libertad de ‘Niña voladora’, la muy oportuna ‘Calores’ y una aplaudida versión del ‘Hakuna Matata’ de ‘El Rey León’. Ritmos del sur que hablan de deseos, miradas y viajes que animan a vivir de forma más consciente.
media de flamenco underground que
Juanito Makandé ofreció a los presentes al compás de su cajón sonaron temas como la perruna ‘Churrete
y Ringo’, la coreada llamada a la libertad de ‘Niña voladora’, la muy oportuna ‘Calores’ y una aplaudida versión del ‘Hakuna Matata’ de ‘El Rey León’. Ritmos del sur que hablan de deseos, miradas y viajes que animan a vivir de forma más consciente.
El grupo catalán de ska y rumba La Pegatina arrancó su
actuación con una explosión de confeti que dio paso al desmadre en un ruedo en
el que destacó el optimismo de los sorbitos de amor de ‘Lerei’, la agitación de ‘Sun Bay’ y la más actual ‘La ciudad de los gatos negros’, una de las
canciones más bailadas del concierto.
actuación con una explosión de confeti que dio paso al desmadre en un ruedo en
el que destacó el optimismo de los sorbitos de amor de ‘Lerei’, la agitación de ‘Sun Bay’ y la más actual ‘La ciudad de los gatos negros’, una de las
canciones más bailadas del concierto.
Sobre el escenario
fueron constantes las piruetas, las coreografías surreales y la cercanía con
un público que en su mayoría parecía conocerse a pies juntillas la discografía
de la banda. No faltaron clásicos como ‘Olivia’, que los de Moncada y
Reixach dedicaron a la nueva alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ni tampoco ‘Lloverá y yo veré’, que volvió en los bises junto a la popular ‘Mari
Carmen’. Fue, en definitiva, una noche para el recuerdo en la que ni los más siesos pudieron mantener el tipo ante el frenesí de un grupo que celebra la vida de forma incesante.
fueron constantes las piruetas, las coreografías surreales y la cercanía con
un público que en su mayoría parecía conocerse a pies juntillas la discografía
de la banda. No faltaron clásicos como ‘Olivia’, que los de Moncada y
Reixach dedicaron a la nueva alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ni tampoco ‘Lloverá y yo veré’, que volvió en los bises junto a la popular ‘Mari
Carmen’. Fue, en definitiva, una noche para el recuerdo en la que ni los más siesos pudieron mantener el tipo ante el frenesí de un grupo que celebra la vida de forma incesante.