EXTRA!
Escribía María Moliner que el arte, entre sus múltiples acepciones, es la actividad humana dedicada a la creación de cosas bellas. Reflexionaba acerca de esta definición mientras, sentado en una de las butacas del Teatro de La Abadía, observaba cómo Vicky Peña interpretaba junto a Lander Iglesias una pequeña escena de ‘El Diccionario’, seguramente una de las obras de teatro más bellas de la temporada.
Poco se puede decir del trabajo de una de las actrices españolas con más trayectoria, galardones y pasión en escena. Mucho menos aún si a quien encarna es a una señora como María Moliner, una mujer que se decidió a escribir sola, en su casa, con su propia mano, el diccionario más completo, bello y divertido de la lengua castellana. Un empeño heroico tan insólito como bellísimo.
Un día se levantó a las cinco de la mañana, dividió una cuartilla en cuatro partes iguales y se puso a escribir fichas de palabras sin más preparativos. Calculó que lo terminaría en dos años y cuando llevaba 10 todavía andaba por la mitad. Una mujer que pretendió volver eternas todas las palabras de la vida. Admirada por su ‘Diccionario de uso del español’, la vida y obra de María toma el Teatro Abadía hasta el 30 de diciembre con una pieza escrita por el prestigioso director José Carlos Plaza.
Humor y ternura se entremezclan en el memorable retrato de un ser humano imprescindible en la historia de la cultura española que consagró su vida a la lengua y a reivindicar la cultura como llave de la igualdad.
Tener a Vicky Peña a un metro de distancia impone. Afirma, con una luz especial en la mirada, que ‘cuando leí la obra me enamoré de ella y de María Moliner. En el instante en el que uno se prenda de un personaje y le mueve algo por dentro ya no tiene escapatoria’. Añade en la rueda de prensa que ‘es una obra que se dirige a la inteligencia, que además produce gozo y que permite conocer un fondo histórico nada desdeñable’.
Según la actriz, que se acercó a Moliner a través del libro ‘El exilio interior’, ‘me meto en la piel de un ser muy rico por sí mismo y por su relación con los otros personajes de la obra. Se trata de una mujer con una entidad ética y una capacidad ciudadana impresionante que constituye mucho más que esos dos tomos que cualquiera puede encontrarse hoy en día en la estantería’.
En el escenario se ve acompañada por Helio Pedregal y Lander Iglesias, que encarnan al médico neurólogo y a Fernando, el marido de María, en el espectáculo. Actores de peso que completan un cóctel escénico al que tildar de sublime no parece exagerado.
Pedregal asegura que ‘hacer de este médico neurólogo de los años 70, de centro derecha y considerablemente machista, que sufre una evolución considerable en la obra, es una auténtica lección de vida.’ Lander Iglesias, por su parte, define a su personaje como ‘un hombre muy inteligente que queda marcado por la Guerra Civil y le convierte en un ser trágico y completamente roto por el recuerdo y por lo que pudo ser’.
‘El Diccionario’, en definitiva, es una obra escénica que habla del amor por el lenguaje, la superación constante y la rebeldía frente a una sociedad que minimiza el ser, la aplasta y le obliga a comportarse sin personalidad. Talento, historia y lenguaje unidos en un montaje que trata sobre la pasión por la palabra. Y por la vida.