NOCTURNA 2015
El
famoso actor norteamericano Robert Englund, conocido por su papel de Freddy
Krueger en la clásica saga de ‘Pesadilla en Elm Street’, es uno de
los invitados por excelencia en la tercera edición del
Festival Internacional de Cine Fantástico de Madrid, Nocturna. Además de que la primera película del mítico personaje de afiladas cuchillas forma parte de la programación del evento, el público pudo disfrutar de uno de sus últimos trabajos, ‘The last showing’, durante la jornada del martes 26.
A
manos del británico cineasta y guionista Phil Hawkins encontramos un thriller
con tintes de terror bastante recomendable. Stuart (Robert Englund) es un proyeccionista relegado al cuidado de las salas de cine.
Su frustración le lleva a rodar su propia película, para la que escoge a Martin (Finn Jones) y
a Allie (Emily Berrington), una
pareja que acude a ver la segunda parte de ‘Las colinas tienen ojos’, cinta del director estadounidense Wes Craven (también autor de los filmes que otorgaron fama a Englund). Lo que ninguno de los dos espera es convertirse en protagonistas de otra producción.
manos del británico cineasta y guionista Phil Hawkins encontramos un thriller
con tintes de terror bastante recomendable. Stuart (Robert Englund) es un proyeccionista relegado al cuidado de las salas de cine.
Su frustración le lleva a rodar su propia película, para la que escoge a Martin (Finn Jones) y
a Allie (Emily Berrington), una
pareja que acude a ver la segunda parte de ‘Las colinas tienen ojos’, cinta del director estadounidense Wes Craven (también autor de los filmes que otorgaron fama a Englund). Lo que ninguno de los dos espera es convertirse en protagonistas de otra producción.
Un
guión sencillo que poco a poco va volviéndose más enrevesado y aumentando su interés, aunque en su desenlace queden algunos cabos sueltos. Toda una tela
enmarañada perfectamente planeada por Stuart,
que sólo desea exhibir su primera creación después de
tantos años viendo las de otros. El principal atractivo de este proyecto es la participación de Englund,
que muestra una doble faceta: la del pobre anciano a punto de jubilarse que debe supeditarse a las órdenes de su jefe a costa de toda una vida
proyectando películas y la del psicópata que lo único que quiere es conseguir
su objetivo por encima de la vida y el sufrimiento del resto. La sombra de Krueger se diluye durante los 90 minutos de
metraje gracias a una magnífica interpretación.
guión sencillo que poco a poco va volviéndose más enrevesado y aumentando su interés, aunque en su desenlace queden algunos cabos sueltos. Toda una tela
enmarañada perfectamente planeada por Stuart,
que sólo desea exhibir su primera creación después de
tantos años viendo las de otros. El principal atractivo de este proyecto es la participación de Englund,
que muestra una doble faceta: la del pobre anciano a punto de jubilarse que debe supeditarse a las órdenes de su jefe a costa de toda una vida
proyectando películas y la del psicópata que lo único que quiere es conseguir
su objetivo por encima de la vida y el sufrimiento del resto. La sombra de Krueger se diluye durante los 90 minutos de
metraje gracias a una magnífica interpretación.
Jones, al que conocemos por su intervención como Loras Tyrell
en la exitosa serie ‘Juego de Tronos’, entrega una actuación más que correcta junto a su
compañera Berrington, que también
procede del mundo de la ficción televisiva. Poco podemos decir de ella, ya que
su papel no es precisamente muy activo.
en la exitosa serie ‘Juego de Tronos’, entrega una actuación más que correcta junto a su
compañera Berrington, que también
procede del mundo de la ficción televisiva. Poco podemos decir de ella, ya que
su papel no es precisamente muy activo.
Con
unos diálogos concisos y una trama sencilla con la que es
inevitable sentirse identificado, ‘The last showing’ no deja de ser
una producción que se limita a entretener. La
acción se sitúa únicamente en un cine que, junto a una fantástica iluminación que
juega un papel esencial, encierra al espectador en una atmósfera bien fabricada,
ahogándole en un laberinto de salas y cabinas. Grabada
en 4K real, la labor técnica es irreprochable, destacando la escena en la
que Clive (Malachi Kirby), el jefe
de Stuart, y Martin forcejean en el suelo al son de un extracto de ‘Lacrimosa’, del ‘Réquiem’ de Mozart. Tampoco encontramos pegas a la fotografía realizada por
el director Ed Moore en un trabajo que desfila bajo la batuta del compositor Richard
Bodgers.
No
son necesarios ni grandes diálogos ni una trama especial para crear una película
decente como ‘The last showing’. Una
estupenda recomendación que hará que nos replanteemos comprar bebida cada vez que vayamos al cine. Risas maliciosas
y mucho entretenimiento para los amantes del género que deseen disfrutar sin pretensiones de un producto palomitero.
unos diálogos concisos y una trama sencilla con la que es
inevitable sentirse identificado, ‘The last showing’ no deja de ser
una producción que se limita a entretener. La
acción se sitúa únicamente en un cine que, junto a una fantástica iluminación que
juega un papel esencial, encierra al espectador en una atmósfera bien fabricada,
ahogándole en un laberinto de salas y cabinas. Grabada
en 4K real, la labor técnica es irreprochable, destacando la escena en la
que Clive (Malachi Kirby), el jefe
de Stuart, y Martin forcejean en el suelo al son de un extracto de ‘Lacrimosa’, del ‘Réquiem’ de Mozart. Tampoco encontramos pegas a la fotografía realizada por
el director Ed Moore en un trabajo que desfila bajo la batuta del compositor Richard
Bodgers.
No
son necesarios ni grandes diálogos ni una trama especial para crear una película
decente como ‘The last showing’. Una
estupenda recomendación que hará que nos replanteemos comprar bebida cada vez que vayamos al cine. Risas maliciosas
y mucho entretenimiento para los amantes del género que deseen disfrutar sin pretensiones de un producto palomitero.