EXTRA!
Existen en Madrid afterworks que, en vez de añadir pepino
a la ginebra, sirven dosis bien frescas de teatro en pequeño formato, listo
para tomar cuando la tensiones se liberan al amparo de la noche. La granada
programación off del Teatro Lara
ofrece cada martes a las 22.15 h. un combinado nacional de humor ácido y
efervescente bajo las luces de una peluquería de barrio. En ‘Lavar, marcar y enterrar’, la comedia escrita y dirigida por JuanMa Pina, nada es lo que
parece.
Las interpretaciones claras y
efectivas de los actores son decisivas en esta pieza canalla de diálogos ágiles,
casi cinematográficos. El elenco, encabezado por Miriam Díaz-Aroca como dueña y
señora de la peluquería Cortacabeza, lo completan Mario Alberto Díez, Álex
Larumbe y Danai Querol.
efectivas de los actores son decisivas en esta pieza canalla de diálogos ágiles,
casi cinematográficos. El elenco, encabezado por Miriam Díaz-Aroca como dueña y
señora de la peluquería Cortacabeza, lo completan Mario Alberto Díez, Álex
Larumbe y Danai Querol.
Si bien no todos brillan con la
misma intensidad, lo cierto es que el trabajo actoral resulta dinámico, potente
y muy agradecido. Sin duda, la vis cómica de la veterana Díaz-Aroca es casi
indiscutible, un je ne sais quoi que
atrapa a la primera de cambio, como también ocurre en el caso de su neurótico
empleado, interpretado por Díez.
misma intensidad, lo cierto es que el trabajo actoral resulta dinámico, potente
y muy agradecido. Sin duda, la vis cómica de la veterana Díaz-Aroca es casi
indiscutible, un je ne sais quoi que
atrapa a la primera de cambio, como también ocurre en el caso de su neurótico
empleado, interpretado por Díez.
‘Lavar, marcar y enterrar’ supone una vuelta más de tuerca al universo de la mujer fatal, aderezado con
tintes malasañeros y reminiscencias a los años 80, haciendo un guiño a esas
heroínas de barrio con las que todos nos hemos topado alguna vez y con quienes nunca
querríamos tener un problema. El resultado es una historia morbosa servida
entre secadores y laca que despierta sonrisas de placer culpable.
Esta
comedia no es la única producción de Montgomery Entertainment que ha podido ver el
público del Teatro Lara, puesto que el año pasado estuvo en cartel ‘Los 100 hijos del presidente’, también con autoría de JuanMa Pina. Pese a su candidatura a
los XVIII Premios Max como mejor autoría revelación por ‘Lavar, marcar y
enterrar’, la preciada manzana acabó en manos de Miguel Ángel
Sánchez por ‘Ejecución hipotecaria’.
Una comedia negra de 60 minutos repleta de ingenio, surrealismo
streetstyle, cañí y recomendable para todos los públicos, que enciende sus luces en uno
de los teatros más céntricos de la capital con ecos de Tarantino y Almodóvar. Se sabe cómo se entra en la
peluquería, pero de lo que pase dentro poco se puede decir.
tintes malasañeros y reminiscencias a los años 80, haciendo un guiño a esas
heroínas de barrio con las que todos nos hemos topado alguna vez y con quienes nunca
querríamos tener un problema. El resultado es una historia morbosa servida
entre secadores y laca que despierta sonrisas de placer culpable.
Esta
comedia no es la única producción de Montgomery Entertainment que ha podido ver el
público del Teatro Lara, puesto que el año pasado estuvo en cartel ‘Los 100 hijos del presidente’, también con autoría de JuanMa Pina. Pese a su candidatura a
los XVIII Premios Max como mejor autoría revelación por ‘Lavar, marcar y
enterrar’, la preciada manzana acabó en manos de Miguel Ángel
Sánchez por ‘Ejecución hipotecaria’.
Una comedia negra de 60 minutos repleta de ingenio, surrealismo
streetstyle, cañí y recomendable para todos los públicos, que enciende sus luces en uno
de los teatros más céntricos de la capital con ecos de Tarantino y Almodóvar. Se sabe cómo se entra en la
peluquería, pero de lo que pase dentro poco se puede decir.