EXTRA!
‘Wunderkammer’ es un espectáculo circense de la compañía Circa que combina acrobacias, humor, música y cabaret. La escenografía, inspirada en una carpa circense, y la música, acorde a cada actuación, consiguen atrapar al espectador por la complejidad de las acrobacias y divertirle a través de diversos números humorísticos que consiguen la carcajada general.
El Teatro Circo Price, donde se lleva a cabo este peculiar espectáculo, acoge a la compañía australiana Circa, que vuelve a Madrid por segunda vez, esta vez con ‘Wunderkammer’, palabra que en alemán se refiere al salón dónde se coleccionaban los diferentes ejemplares de las expediciones durante el Renacimiento.
El montaje se desarrolla en varios números que consiguen transmitir al público multitud de sensaciones. El uso de la música es un elemento muy importante que aporta carácter a la actuación. Los acróbatas realizan figuras imposibles que dejan al espectador con la boca abierta, conteniendo la respiración y aplaudiendo cada movimiento.
Son admirables, no sólo las hazañas físicas, sino también la delicadeza de movimiento que se aprecia en algunos de los números. Los siete protagonistas juegan a vestirse y desvestirse haciendo uso de elementos como aros, barras y columpios que, junto a una mezcla de elasticidad, fuerza y equilibrio, llevan el espectáculo a un final apoteósico en el que se muestran tal y como son.
En ocasiones representan diferentes acciones durante el escenario y al espectador le faltan ojos para registrar cada uno de los movimientos. Una función muy recomendable que impresiona, enamora y deja con ganas de más. Eso sí, no está aconsejada para menores de 12 años.
El Teatro Circo Price, donde se lleva a cabo este peculiar espectáculo, acoge a la compañía australiana Circa, que vuelve a Madrid por segunda vez, esta vez con ‘Wunderkammer’, palabra que en alemán se refiere al salón dónde se coleccionaban los diferentes ejemplares de las expediciones durante el Renacimiento.
El montaje se desarrolla en varios números que consiguen transmitir al público multitud de sensaciones. El uso de la música es un elemento muy importante que aporta carácter a la actuación. Los acróbatas realizan figuras imposibles que dejan al espectador con la boca abierta, conteniendo la respiración y aplaudiendo cada movimiento.
Son admirables, no sólo las hazañas físicas, sino también la delicadeza de movimiento que se aprecia en algunos de los números. Los siete protagonistas juegan a vestirse y desvestirse haciendo uso de elementos como aros, barras y columpios que, junto a una mezcla de elasticidad, fuerza y equilibrio, llevan el espectáculo a un final apoteósico en el que se muestran tal y como son.
En ocasiones representan diferentes acciones durante el escenario y al espectador le faltan ojos para registrar cada uno de los movimientos. Una función muy recomendable que impresiona, enamora y deja con ganas de más. Eso sí, no está aconsejada para menores de 12 años.