EXTRA!
En el número nueve de la calle San
Lorenzo, uno de los pasajes menos transitados del barrio de
Malasaña, se esconde una bocadillería tan joven como llena de vida. La fachada
de madera morada de La Casa Tomada detiene al caminante dudoso que ignora el
baile de sabores de este espacio con aires clandestinos.
El local, de dimensiones
moderadas y armoniosa distribución, ofrece una decoración sobria, geométrica y
en colores claros que cuenta con detalles rompedores para no dejar espacio a
la monotonía. El concepto de maridaje que inunda la existencia de La Casa
Tomada comienza aquí. Las exposiciones temporales dinamizan el
restaurante, convirtiéndolo en una conversación infinita entre artistas y
comensales.
Además, se ofrece la posibilidad
de plasmar la obra de creadores visuales en los posavasos o manteles del local,
pudiendo entrar a formar parte de la exposición permanente del restaurante.
El diseñador y tatuador venezolano Devoner ha aprovechado esta oportunidad para
dejar constancia de sus figuras dinámicas y motivos urbanitas en las paredes blancas de un local que, desde el pasado verano, cuenta con un hermano pequeño en Jorge Juan, 55.
de plasmar la obra de creadores visuales en los posavasos o manteles del local,
pudiendo entrar a formar parte de la exposición permanente del restaurante.
El diseñador y tatuador venezolano Devoner ha aprovechado esta oportunidad para
dejar constancia de sus figuras dinámicas y motivos urbanitas en las paredes blancas de un local que, desde el pasado verano, cuenta con un hermano pequeño en Jorge Juan, 55.
El maridaje gastronómico sucede
entre bocadillos y cervezas artesanales. Además de la extensa selección de
cervezas, cada mes se lanza una propuesta diferente de
bocadillo más cerveza para poner a prueba los paladares más exclusivos. La carta refleja una fusión entre las cocinas venezolana, asiática y norteamericana que conforma el concepto de bocadillería
de autor donde comer de manera informal sin descuidar la calidad.
entre bocadillos y cervezas artesanales. Además de la extensa selección de
cervezas, cada mes se lanza una propuesta diferente de
bocadillo más cerveza para poner a prueba los paladares más exclusivos. La carta refleja una fusión entre las cocinas venezolana, asiática y norteamericana que conforma el concepto de bocadillería
de autor donde comer de manera informal sin descuidar la calidad.
La Casa Tomada se ha convertido en una vía de
expresión para el torrente creativo de su chef, José Antonio del Pozo, que reconoce
como terapéutico el lanzamiento de nuevas ideas. Entre los bocadillos más
aclamados están los de roast beef y
el teriyaki de ternera. Las chili cheese fries son un clásico que los camareros y los conocedores del local no dudan en recomendar:
patatas fritas en dados, chili con carne, queso Chedar fundido, jalapeños,
cebolla morada, huevo frito, cilantro y bacon por 10,50 euros. Los vegetarianos, por su parte, podrán devorar el exquisito falafel sandwich.
expresión para el torrente creativo de su chef, José Antonio del Pozo, que reconoce
como terapéutico el lanzamiento de nuevas ideas. Entre los bocadillos más
aclamados están los de roast beef y
el teriyaki de ternera. Las chili cheese fries son un clásico que los camareros y los conocedores del local no dudan en recomendar:
patatas fritas en dados, chili con carne, queso Chedar fundido, jalapeños,
cebolla morada, huevo frito, cilantro y bacon por 10,50 euros. Los vegetarianos, por su parte, podrán devorar el exquisito falafel sandwich.
Como si se tratara de una
reproducción a la madrileña de lo que sucedió en el hogar venezolano de los
hermanos Del Pozo – José Miguel, ilustrador de profesión, gestiona las
exposiciones del local -, la cocina de La Casa Tomada persuade al comensal
primerizo, que suele repetir y recomendar el local. En sus comienzos, estos hermanos acabaron por tomar la casa de su madre para crear un
espacio de intercambio cultural y gastronómico en la ciudad de San Felipe,
estado de Yaracuy, convirtiendo este título cortazariano
en una jugosa realidad.
reproducción a la madrileña de lo que sucedió en el hogar venezolano de los
hermanos Del Pozo – José Miguel, ilustrador de profesión, gestiona las
exposiciones del local -, la cocina de La Casa Tomada persuade al comensal
primerizo, que suele repetir y recomendar el local. En sus comienzos, estos hermanos acabaron por tomar la casa de su madre para crear un
espacio de intercambio cultural y gastronómico en la ciudad de San Felipe,
estado de Yaracuy, convirtiendo este título cortazariano
en una jugosa realidad.
El precio medio de bocadillo y
cerveza artesana ronda los 18 euros, sin contar con los agradecidos postres que se pueden disfrutar si aún tenemos hueco. La carta se completa con entrantes,
ensaladas y originales hot dog que ahora también pueden llegar a tu casa gracias al servicio a domicilio de Deliveroo. La Casa
Tomada se postula como un local irreverente donde disfrutar como nunca de un producto de siempre.
cerveza artesana ronda los 18 euros, sin contar con los agradecidos postres que se pueden disfrutar si aún tenemos hueco. La carta se completa con entrantes,
ensaladas y originales hot dog que ahora también pueden llegar a tu casa gracias al servicio a domicilio de Deliveroo. La Casa
Tomada se postula como un local irreverente donde disfrutar como nunca de un producto de siempre.