EXTRA!



Cada persona es un mundo y cada pareja un universo. Lo irónico es cuando se comparan unas con otras y se ve claramente que hay patrones que se repiten una y otra vez. Hablar de exclusividad nos hace sentirnos único pero, en el momento de la verdad, todos compartimos problemas, manías y confidencias. ‘Espacio’, la obra cómica que se representa de miércoles a domingos en la sala pequeña del Nuevo Teatro Alcalá hace de espejo de una parte de la sociedad a través de la muestra de una serie de divertidas situaciones.


Un
piso de solteros es el espacio en el que cuatro treintañeros se
encuentran insertos en una espiral de enfrentamientos. Los celos, las
opiniones, los caprichos y las relaciones con parientes y amigos
se entrelazan en unos diálogos tan naturales como surrealistas
que
generan una guerra de sexos continua a partir de que despiertan la
empatía de un público que disfruta reviviendo experiencias
que conoce bien.


La sala resulta ideal para acoger el montaje, haciendo del pequeño escenario un
lugar perfecto para conseguir la cercanía buscada por el director ibicenco David Marqués, que debuta con acierto como dramaturgo provocando más de un déjà vu en el espectador. Sobre las
tablas, un sofá-cama, una mesita de comedor, un improvisado aseo y una fotografía de la suegra es todo lo que necesita el renovado reparto de la producción para arrancar la
risa y conseguir la complicidad de los presentes.

Sorprende la naturalidad de Álex Barahona (del que ya disfrutamos sobre las tablas
en ‘Más de cien mentiras’), llegando a tal mimetización con su personaje que parece mostrarse tal como es. Lo mismo le ocurre a su
compañera Miriam Benoit (‘Ciega a citas’), que parece desnudar su personalidad en cada
escena. 
Andoni Agirregomezkorta (a quien podemos ver desde el viernes 23 de octubre en la gran
pantalla en
‘Mi gran noche’) y Nerea Garmendia (‘Los hombres de Paco’) ya
demostraron su faceta cómica con anterioridad en el famoso programa de la televisión vasca
 ‘Vaya semanita’


Los actores entran y salen emparejados en cada escena protagonizando situaciones de dos como si de un único dúo se tratase,
evitando las narraciones convencionales en una trama donde el conflicto prima por encima de los personajes. 
Un
argumento simple, un texto cargado de tópicos y un lenguaje cotidiano y
escatológico a partes iguales
son los ingredientes de una producción en la que los eufemismos no tienen cabida y la realidad ni se maquilla ni se decora.

Una opción en clave de humor y alejada de romanticismos especialmente pensada para parejas jóvenes por el tono y los temas que trata, aunque cualquier persona
consciente de los nuevos tiempos y de lo que conlleva el amor y la
convivencia disfrutará de 90 minutos de risas y
confidencias.