EXTRA!



Parece mentira que en pleno siglo XXI todavía sea necesario tener que etiquetarse a uno mismo. Compañeros de clase o del trabajo, vecinos,
amigos, hermanos o hijos, todos siguen siendo ellos mismos independientemente
de su orientación sexual.
Sin embargo, aún se debe hacer hincapié en
un aspecto que parece olvidarse a la mínima oportunidad: la igualdad. ‘Con amor, Simon’, que se estrena en la cartelera española este viernes 22 de junio,
nos recuerda este tipo de cuestiones por medio de una completa experiencia
identitaria que fascinará a muchos espectadores.



La
nueva producción del guionista, productor y director estadounidense
Greg Berlanti supone su tercer largometraje, tras ‘El club de los corazones rotos’ y ‘Como la vida misma’. En esta ocasión, el creador apuesta por una comedia romántica de tintes dramáticos muy enfocada al
público adolescente, que posiblemente sea la audiencia más olvidada por el cine
en los últimos tiempos.
Una etapa problemática que se transforma
en la búsqueda de uno mismo y de su lugar en el mundo. Esta adaptación de la escritora estadounidense
Becky Albertalli recoge las vivencias de
Simon Spier (Nick Robinson), un joven de 16 años que aparentemente disfruta de una vida idílica y que, sin embargo, esconde un secreto que tratar de
guardar por encima de todo. Su madre,
Emily (Jennifer Garner), y su padre, Jack
(Josh Duhamel), intentan cuidar al máximo su juventud, convirtiéndose en los
típicos padres que siempre apoyan a sus hijos.


Cada
mañana, Simon recoge en coche a sus mejores amigos, Leah (Katherine Langford),
Abby (Alexandra Shipp) y Nick (Jorge Lendeborg Jr.) para ir al instituto, en
donde todo fluye con tranquilidad bajo la batuta de Mr. Worth (Tony Hale). Al menos hasta que Simon comete un error que le lleva a sufrir el chantaje de Martin
(Logan Miller), arriesgándose a que su secreto se haga público.
Una
narración común, excesivamente idealista en su contexto y previsible que aporta algunas escenas de simpática frescura y un
gran poso reflexivo en torno a la identidad. Más allá de ello, la evidente
crítica social empuja a empatizar con un proceso por el que muchos jóvenes han
tenido que pasar.

'Con amor, Simon'

Actos
de crueldad, egoísmo y desesperación que se acaban convirtiendo en un
aprendizaje para quien se debate entre la exteriorización de su
verdadero ser y el hecho de no tener que dar explicaciones.
Un
asunto de gran peso social que Berlanti trata con especial mimo y
sensibilidad para emprender un camino de ensayo y error en torno a una carga
dramática que el joven actor Nick Robinson sustenta totalmente. Una labor más que loable para un trabajo que requiere una
gran implicación, un aspecto que logra a la perfección y que se
complementa con unos personajes secundarios que determinan cada uno de los pasos de Simon.

Abundan los toques
minimalistas a cargo del director de fotografía estadounidense John Guleserian,
como ya es costumbre ver en su trayectoria profesional. ‘Una cuestión de tiempo’
(Richard Curtis) o ‘Antes de que te vayas’ (Chris Evans) siguen una estela en la que el cineasta trata de habituar los ambientes a la
identificación de los personajes, creando contrastes entre toques cálidos y
fríos que transforman ligeramente esa clásica atmósfera juvenil que tanto se ha
explotado en el séptimo arte. Más llamativa es su selección musical, en la que
destacan temas de bandas como The Kinks, Jackson 5,
The 1975 o Portugal. The Man.

Una
película convencional, encumbrada por la promoción, predecible pero muy necesaria para educar a la
audiencia y disfrutar de la libertad de amar. ‘Con amor,
Simon’ viene a ser toda una declaración de intenciones camuflada en la clásica
narrativa adolescente.
Ahora más que nunca este tipo de
cuestiones debe verse con el enfoque que se merecen para que llegue el día en que no
se cuestione una realidad tan
natural como otra cualquiera. En manos de Berlanti se evidencia el
gran camino de lucha que aún queda por llevar a cabo.